Nuevo León se distingue por ser tierra de trabajo, y en el Centro de Monterrey se puede ver como habitantes llegan desde muy temprana hora a vender sus productos, entre ellos se encuentra Blas Guerrero, un "Tigre de corazón".
A más de 20 años de iniciar este camino, el vecino de la colonia Colinas de San Miguel, en Apodaca, logró sacar a delante a sus tres hijas y a su esposa María Guadalupe, vendiendo pan, café, avena y chocolate.
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Lleva más de 20 años vendiendo
El "Tigre" como lo conocen muchos todos los días desde las 5 de la mañana instala su triciclo sobre la avenida Colón y Pino Suárez, con la mejor actitud para poder tener ventas de sus productos.
"Llevo un poquito más de 20 años aquí trabajando, desde las dos y media de la mañana, para arriba, a echarle ganas".
Conchas, donas de chocolate, de azúcar, marranitos y muchos más, además de una rica bebida caliente, han hecho muy popular al "Tigre", quien de esta manera ayuda a las personas a iniciar con todo su día.
"Una vez una persona me dijo, te has dado cuenta a cuantas personas les ha servido, y le digo que, a muchas, es mi mayor satisfacción".
La necesidad lo obligó a cambiar su destino
Para el Tigre, ser el panadero de confianza de la gente no ha sido fácil, requiere de constancia y mucha disciplina.
"Mi día a día es levantarme a las dos y media para preparar todo, a las tres y media salgo de la casa, llegamos a surtir el pan, cargamos el triciclo y llegamos a las cinco de la mañana".
Don Blas, no siempre se dedicó al pan y el café, sino que la necesidad lo obligó a cambiar su destino.
“Yo antes era zapatero y ya cuando no daba para la familia, busca la manera para sacar adelanta a la familia más que nada".
Es tigre de corazón
Obviamente, es tigre de corazón, con la camiseta bien puesta.
“Ya tenemos muchos años de irle a los Tigres, desde cuando estaba Barbadillo, Battocletti, Tomas Boy yo era una de las personas que iba a echar porras”.
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