Adán Alvarado, pese a ser hombre, denuncia ser víctima de violencia vicaria, pues asegura que la madre de su hija de cinco años de edad, utiliza a la menor para dañar su salud e integridad.
El hombre detalló que pese a tener la guardia y custodia de la niña, la madre de la menor constantemente activa Alertas Amber, situación que altera la salud mental de su hija.
“Mi menor hija ha estado en un riesgo inminente porque la mamá pues le ha agredido, la ha violentado, ha dañado su estabilidad psicológica, ha emitido tres Alertas Amber, sufrió actos deshonestos o tocamientos en manos de la abuela materna, ha habido una serie de situaciones muy graves que he aportado evidencia contundente al juzgado”.
Además, señaló que Marisol, su ex pareja, violenta a la menor, situación que está documentada y se encuentra integrada en la carpeta y a disposición de la juez de la causa.
Así mismo, señaló que se siente vulnerado, pues la madre de su hija lo agredió física y verbalmente, además de que hizo daños por una cuantiosa suma, con la intención de amenazar e intimidar.
Finalmente hizo un llamado a las autoridades, principalmente al magistrado presidente del Poder Judicial del estado de Coahuila para que revisen el caso y se juzgue a favor de la menor, toda vez que su progenitor solo busca el bienestar de la niña.
¿Qué es la Violencia Vicaria?
La violencia vicaria se refiere a la forma de violencia que afecta a las personas a través de sus relaciones cercanas, especialmente a aquellos que tienen un vínculo directo con la víctima.
Este término se utiliza principalmente en el contexto de la violencia de género y se refiere a cómo los niños que son testigos de la violencia entre sus padres pueden experimentar daño psicológico similar al que experimentaría la víctima directa.
La violencia vicaria reconoce que la violencia en una relación afecta no solo a la víctima directa, sino también a quienes la rodean, como los hijos. Los niños expuestos a la violencia en el hogar pueden sufrir consecuencias emocionales y psicológicas significativas, incluso si no son directamente maltratados.
Es importante abordar la violencia vicaria como parte integral de la lucha contra la violencia de género y trabajar para proporcionar apoyo y recursos tanto a las víctimas directas como a aquellos que pueden estar afectados de manera indirecta, como los niños.