José Ángel Hernández es un hombre de la tercera edad que se dedicó casi 30 años a trabajar en la Deportiva La Jabonera del municipio de Torreón, sin embargo, a la fecha no ha recibido liquidación y no está pensionado, por lo que pide justicia para vivir un retiro digno.
José Ángel relató que fue en la década de los 90 cuando comenzó a trabajar como vigilante en la Deportiva La Jabonera, ubicada al poniente de la ciudad, dos años después comenzó a realizar más actividades y dejó de ser vigilante para tener más responsabilidades.
El hombre asegura que, aunque siempre fue un buen elemento, en el 2010 en la administración de Eduardo Olmos fue despedido sin ninguna explicación ni liquidación
“Según ellos porque hubo un cambio de administración, fui a presidencia y nunca me quiso recibir la señorita que según esto me había despedido, hasta la fecha ni la conozco”, dijo el señor Hernández.
Fue por medio de una lideresa priista que José Ángel recuperó su empleo en el 2011 pero ahora contratado bajo el esquema de pago por honorarios, sin servicio médico, ni prestaciones de ley.
Para el 2018, cuando el Partido Acción Nacional llegó a la presidencia de la mano de Jorge Zermeño Infante, José Ángel sufrió un infarto y fue ahí donde comenzaron los malos tratos de la administración municipal hacía su persona y familia.
“Mi papá se empezó a sentir mal en la deportiva, le dijo al administrador y él le dijo “vete a tu casa”, mi papá como pudo llegó y una cuadra antes se tumbó. En cuanto nos dicen rápido agarramos un taxi y lo llevamos al ISSSTE, lo metieron y nos dijeron que era un infarto, la secuela es que quedó inmóvil de un lado y del mismo lado de la vista ya no puede ver. Para el 2018, que entró la administración del PAN, mi papá no estaba al 100 entonces el administrador de ese entonces lo mandó a decir que se regresara a trabajar y mi papá regresó, solamente cubriendo sábado y domingo que era de las 10 de la mañana a las 6 de la tarde”, mencionó Elena Hernadez, hija de José Ángel.
Fue así como la administración panista obligó a trabajar a José Ángel pese a que se encontraba imposibilitado para hacerlo y consecuencia de ello en el 2020 volvió a ser víctima de otro infarto.
Luego de este segundo infarto en su centro de trabajo, la administración municipal, encabezada por Zermeño Infante, obligó a los hijos de José Ángel a cubrir sus turnos, toda vez que por el contrato que presentaba no tenía derecho a incapacidad. Fue hasta el 2021 cuando fueron notificados de que estaba dado de baja, sin ninguna liquidación, ni servicio médico.
“Es muy injusto, yo no quería trabajar, pero mis hijas estaban chicas, por eso les hice el favor de quedarme ahí y así me pagan. Me siento muy mal, me trataron muy mal, me quitaron el ISSSTE y no me pude operar ni funcionar. Me retiraron el apoyo completamente, yo como pude les ayudé hasta donde pude, capacité a toda la gente nueva, yo enseñé a todos los que entraban nuevos cómo hacer las cosas y así me tratan”, mencionó con lágrimas José Ángel.
Por esta razón, ahora sus hijas buscan la ayuda de las autoridades municipales, para que de alguna forma puedan hacer justicia con su padre, que dedicó casi toda su vida a trabajar para el ayuntamiento de Torreón.