Juan Carlos Aparicio, quien el 3 de mayo veló en una funeraria de Guadalajara a sus dos hermanos y a su madre, quienes murieron junto a otras 15 personas en el accidente carretero que se registró el 29 de marzo en la autopista Tepic-Puerto Vallarta en Nayarit.
“No se puede describir el dolor, quedan cortas las palabras, es feo perder tres familiares de golpe, afortunadamente ha habido mucho apoyo por parte de la familia, amigos de la comunidad, no me han dejado solo, han estado aquí al pendiente y con apoyo”, explicó Juan Carlos.
En el camión que se volcó también viajaba su cuñada de 34 años, embarazada, que llevaba consigo a sus tres pequeñas hijas, quienes sólo salieron con algunos raspones, sin embargo, su prima, sobrina y primo continúan graves e internados en el Hospital Civil Viejo.
Asimismo Juan Carlso explicó que aunque su madre y hermanos abordaron el autobús en La Federacha de Guadalajara, ellos vivían en Tonalá, por lo que el ayuntamiento les brindó, a un módico precio, algunos terrenos para que sus familiares sean sepultados en el panteón de Coyula.
Sin embargo, Juan Carlos dice que sabe muy poco al respecto de la empresa responsable de incidente mortal.
“Al parecer, el conductor murió, localizaron al dueño del autobús por medio de las placas contestó una llamada, no contestó otra, y después de eso apagó el teléfono y se ha hecho perdedizo, no sabemos nada”, mencionó Juan Carlos.
Siendo padre y esposo, Juan Carlos agradeció a las autoridades de Nayarit la rápida atención, ya que los restos de sus familiares fueron de los primeros en llegar a tierras tapatías, de igual manera, él y sus seres amados dicen mantenerse con fuerza por los cuatro niños de su casa que sobrevivieron y están a salvo.
Juan Carlos perdió a sus dos hermanos David y Moisés, de 32 y 31 años respectivamente, así como a su madre Marta Alicia, quien recientemente había cumplido 60 años.
AA