Francisco Miranda López, de 45 años, es un hombre de fe y agradecimiento. Tras pasar 10 años en prisión y obtener su libertad hace algunos meses, Francisco decidió expresar su gratitud hacia San Judas Tadeo, el santo de las causas difíciles, repartiendo tacos de carnitas en el exterior del templo de San Hipólito, en el marco de los festejos al santo.
Originario de la alcaldía Álvaro Obregón, Francisco se apostó con mandil y cuchillo en mano, listo para cortar la carne y servir a los devotos que llegaban de distintas partes del país.
¿Quién era San Judas Tadeo?
San Judas Tadeo fue uno de los doce apóstoles de Jesucristo, conocido como el "santo de las causas difíciles y desesperadas".
Nació en Galilea y fue primo de Jesús, destacándose por su fervor y valentía en la evangelización de la fe cristiana. Su nombre completo es Judas Tadeo, pero se le suele llamar simplemente San Judas para evitar confusión con Judas Iscariote.
Según la tradición, San Judas viajó por diferentes regiones, especialmente en Persia y Mesopotamia, difundiendo el mensaje de Cristo hasta su martirio, por lo que es considerado un símbolo de devoción y lealtad a la fe.
¿Qué se le pide a San Judas Tadeo?
A San Judas Tadeo se le pide ayuda en momentos de angustia, problemas graves o situaciones que parecen no tener solución.
Se le considera un intercesor poderoso ante Dios en casos difíciles, por lo que muchos creyentes acuden a él cuando sienten que han agotado todas sus opciones. Las oraciones a San Judas suelen incluir súplicas por estabilidad económica, sanación de enfermedades, protección familiar y apoyo en conflictos personales.
Su popularidad ha crecido particularmente entre personas que enfrentan dificultades extremas, y cada 28 de octubre, miles de fieles se reúnen para rendirle homenaje en iglesias y santuarios, como el famoso templo de San Hipólito en la Ciudad de México.
Hombre pasó 10 años en la cárcel y agradece su libertad a San Judas Tadeo
Los tacos de costilla y maciza que ofrecía se convirtieron en un acto de agradecimiento, pero también en un símbolo de esperanza para quienes le escuchaban relatar su historia.
“Si te dijera que lo conocí en prisión…” apuntó Francisco entre sonrisas y con humildad.
-¿Te tocó estar en prisión?- se le cuestionó.
“Sí, carnal, ahí conocí a San Juditas. Fue un error que tuve y, al final, se pagó. Un compañero de celda me dijo: ‘Pídele para que te abra las puertas, para que te abran las rejas’, y sí me las abrió”. expresó entre cada taco que servía, recordaba los momentos difíciles, la fe que nació en su celda y cómo, de alguna manera, logró salir adelante.
Acompañado por su familia, Francisco no paraba de agradecer tanto su libertad como la nueva vida que ahora lleva.
“Es un gusto, porque gracias al Santo tenemos un taco; yo creo que también hay que ser compartido. Cuando te dan salud y trabajo, hay que dar un taco a la gente”, dijo con emoción, mientras recibía las miradas agradecidas de los visitantes.
El templo de San Hipólito se llenó una vez más de fervor este 28 de octubre, con misas, música y pirotecnia en honor a San Judas Tadeo. Así como Francisco, muchos devotos encontraron en la fe un camino para seguir adelante.
Con evidente emoción, Paco —como lo llaman sus allegados— se despidió, prometiendo que esta tradición de repartir tacos en honor a su santo continuará, recordando así que la fe, para él, es el motor de su nueva vida.
“La vida me dio una segunda oportunidad, no le voy a fallar a mi San Juditas y a mi familia”, destacó.
AFV