Hombre en silla de ruedas vende dulces en crucero de Apodaca

José Ángel Torre Salazar quedó en silla de ruedas desde hace 14 años, cuando tuvo un accidente, pero eso no lo detuvo a salir a vender dulces y semillas todos los días.

José Ángel sufrió un accidente hace 14 años, y desde entonces no ha dejado de salir a trabajar. | Leonel Rocha
Apodaca, Nuevo León /

Aunque desde hace casi 14 años se encuentra en una silla de ruedas, eso no le impide a José Ángel Torre Salazar salir todos los días a ofrecer semillas y dulces en el cruce de la carretera Mezquital-Santa Rosa y Concordia, en el municipio de Apodaca.

El vecino de la colonia Jardines de Monterrey, en territorio apodaquense, trabaja a solo unos metros de su papá, quien vende dulces y semillas.



“Tuve un accidente: el 29 de abril de este año cumplo 14 años sentado en la silla, pero eso no me impide trabajar.
“Tengo una frase que dice: ‘Las metas te las pones tú mismo, lo imposible es posible’”, relató a la plataforma MILENIO-Multimedios.

Aunque en el crucero de la Carretera Mezquital-Santa Rosa y Concordia su horario de trabajo habitual es de 11:00 a 19:00, la labor comienza desde las 07:00 en casa, pues hay que embolsar los mazapanes, las semillas, bombones, dulces de eucalipto y hasta gomitas que llevará para vender.

“Yo regularmente me dedico a vender semillas, pero también he vendido cosas de temporada, como garrafones, mallas para los carros, aguas, aguas de sabor, he vendido de todo. Gracias a Dios, la gente me ha ayudado mucho”, reconoció José Ángel.

Desde hace cinco años se encuentra en el citado cruce, pero también se ha instalado en el libramiento Santa Rosa, en las inmediaciones de la Fiscalía General de la República (FGR, sobre la carretera a Nuevo Laredo), en privada Antigua Santa Rosa y Antiguo Camino a Santa Rosa.

“Sí se siente el miedo, avanzo como 150 metros entre los carros, pero me benefició que cancelaran esta vuelta, incluso la gente dice que la cancelaron para mí, y yo les digo que no fue por eso, pero sí me sirvió bastante, alcanzo a agarrar más carros”, reconoció.


Aunque José Ángel reconoce que hay muchos riesgos al avanzar entre los vehículos, dice que hasta ahora ha tenido suerte, pues no le han pegado o agredido directamente.

“A como estén los días, yo tengo que venir a trabajar. Me ha tocado que la gente me grita que me quite, pero no me han pegado, ni nada.
“Me han topado en la silla con el carro, pero ha sido leve”, señaló.

Aunque reconoce que las condiciones en las que se desenvuelve no son las más cómodas, y que hasta el momento no cuenta con ayuda de ninguna institución, José Ángel agradeció a Dios y a las personas que lo han ayudado a salir adelante.


“Yo siempre he dicho que hay que seguir adelante, sean personas con discapacidad o no, porque las pruebas de Dios las puso él.
“Todos tenemos tropiezos, pero éstos son para tener una enseñanza nueva. Muchas gracias a todos los que me han apoyado tanto tiempo”, dijo.

Las personas o instituciones que quieran ayudar a José Ángel se pueden comunicar con él al 81-1027-4554 o buscarlo en el cruce de la carretera Mezquital-Santa Rosa y Concordia, en Apodaca.



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