Los restos del general Ignacio Zaragoza llegaron a Puebla hace 46 años en medio de un desfile de júbilo por las calles de la capital poblana, para que finalmente descansaron en el mausoleo en su honor en Los Fuertes de Loreto y Guadalupe.
El momento histórico comenzó el 4 de mayo de 1976, cuando el cuerpo del defensor de la patria fue exhumado del Lote de los Hombres Ilustres en el Panteón de San Fernando en la Ciudad de México, donde permaneció por 114 años.
¡Viva la patria! ¡Zaragoza vuelve a Puebla!
El patriota que condujo al triunfo a las tropas nacionales sobre los invasores franceses en la Batalla de Puebla del 5 de mayo de 1862, regresó a la tierra que cubrió de gloria a las armas nacionales.
Un día antes de llegar a Puebla, se realizó una ceremonia emotiva en la capital del país. El Congreso de la Unión rindió homenaje al Benemérito de la Patria. El féretro de color café fue cubierto con la bandera nacional y escoltado por cadetes del Heroico Colegio Militar al recinto parlamentario en Palacio Nacional. Durante el paso del cortejo, el pueblo lanzó flores y vivas; después comenzó el recorrido hasta la Angelópolis.
El cortejo llegó a Puebla a las 14:30 horas y fue recibido por el entonces gobernador Alfredo Toxqui Fernández de Lara.
El recorrido comenzó en la avenida Reforma, después siguió en la calle 2 Sur y terminó en la calle 5 Poniente en el Congreso Local, lugar en donde se realizó una sesión solemne a la figura excepcional.
Loreto y Guadalupe retumban con los cañones
Al día siguiente, el 5 de mayo, el presidente de México, Luis Echeverría Álvarez encabezó la ceremonia de inhumación del general Zaragoza, para después dar inicio a los festejos conmemorativos del 114 aniversario de la Batalla de Puebla.
En el acto cívico, un cuerpo de cadetes del Heroico Colegio Militar escoltó en medio de la salva de 21 cañonazos, los restos del general Ignacio Zaragoza hasta el mausoleo en el que reposan para siempre.
IGO