En el municipio de Silao, Guanajuato, un albergue para perros se incendió y causó la muerte de 19 caninos y algunas gallinas que se encontraban en el lugar.
Las llamas iniciaron la tarde del domingo y se mantuvieron por alrededor de 24 horas sin ser sofocadas, en la zona conocida como Predio de Bustamante cerca de la comunidad de ‘El Coecillo’, a espaldas de los viveros, este se extendió hasta un terreno donde almacenaban residuos.
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A un lado de este lugar, se encuentra el albergue en el que sus administradores se encargaban de cuidar y de alimentar con recursos propios y con donaciones a perros y algunas gallinas.
Del albergue comenzó a salir una enorme columna de humo que alertó a los vecinos de la zona, quienes escuchaban los aullidos de dolor de los perritos que se estaban quemando.
Elementos del Cuerpo de Bomberos acudieron al lugar y cuando lograron apagar el incendio comprobaron la muerte de al menos 19 canes, los perritos que lograron ser salvados, fueron enviados a hogares temporales.
Hasta el momento se desconoce con precisión las causas que originaron el incendio que calcinó a los perritos que estaban en resguardo.
Este albergue funcionaba desde hace cinco años dando refugio a perritos y operaba bajo el nombre de ‘Ángeles Perrunos’, fue fundado por Bertha Adriana León y su esposo, Francisco García.
‘Ángeles Perrunos’ junto con activistas defensores de perritos, han lanzado una convocatoria pública para que los ciudadanos puedan apoyarlos para poner nuevamente en pie este albergue.
Al momento del incendio, la pareja, dueña del albergue se encontraba fuera por motivos de trabajo y llegaron al lugar cuando ya todo estaba consumido por el fuego.
Están solicitando personas que puedan sumarse a las labores para retirar los escombros; materiales de limpieza o láminas y malla ciclónica para reconstruir el albergue, o bien que puedan donar alimento para los peludos que lograron sobrevivir al incendio.
Por el momento, algunos voluntarios apoyaron levantando los escombros y brasas, mientras que otros cavaban el último agujero en el que serían depositados los restos de los animales que no pudieron escapar de las llamas.
Francisco y Bertha han hecho todo lo posible por mantener su albergue, recogen perritos que las personas tiran a la calle y les dan atención llevándolos al veterinario, también algunos los dan en adopción y si ya son animales adultos, los cuidan hasta su muerte.