Según Rogelio Barba Álvarez, miembro del Observatorio de Seguridad y Justicia de la Universidad de Guadalajara, lo que estamos viviendo en Jalisco en materia de seguridad, obedece a una desintegración de organizaciones criminales a las cuales el estado ha hecho frente con los recursos que tiene; sin embargo esto aún queda para largo y no se ve que pronto se vaya terminar, hasta que no haya una verdadera estrategia conjunta entre las tres órdenes de gobierno.
“No solamente es la presencia de los elementos de seguridad o de la Guardia Nacional o del estado, si no estrategias político- criminales que puedan contener, que puedan prevenir, que puedan detener, identificar quiénes son los que están haciendo estos hechos criminales que aterrorizan a toda la población”, dijo Álvarez.
Refirió que los recientes enfrentamientos que se han suscitado tanto en Chapala, Mazamitla y Lagos de Moreno, simplemente reflejan que se tiene que seguir con una estrategia transversal y vertical con la finalidad de qué todos estén en la misma sintonía, que sepan qué es lo que está buscando y protegiendo, así como cuáles son las zonas más desfavorables y vulnerables del estado para atender eficazmente el llamado de la ciudadanía.
Explicó que según el Observatorio de Seguridad y Justicia de la universidad, la zona sur del corredor de Colima y Ciudad Guzmán, era donde se consideraba más alarmante; no obstante ahora ya está en todo el estado, la zona de la región ciénaga; así como en la colindancia con Michoacán.
Por su parte integrantes del Observatorio de Seguridad y Justicia de la Universidad de Guadalajara, coincidieron en que, desde hace tres años la estrategia de seguridad del gobierno de Jalisco se caracteriza por la improvisación, la impunidad y la corrupción, que agravan la crisis de inseguridad en el Estado.
SCA