El maíz producido durante este año en México sufrió la afectación de diversos factores, como es el caso de las sequias que provocaron que más de 100 mil hectáreas quedaran sin producir maíz.
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Ante este agravante daño a la producción agrícola, se espera obtener el respaldo del gobierno federal para afrontar la crisis, y de este modo evitar que los trabajadores del campo pierdan la rentabilidad de sus cosechas.
¿Cuál es panorama de la crisis?
Más de 100 mil hectáreas de tierras que tradicionalmente se utilizaban para el cultivo de maíz han quedado sin sembrar este año. La combinación de la caída de los precios internacionales de los granos y la prolongada sequía vinculada al cambio climático devastó el sector agrícola, uno de los motores económicos del estado de Jalisco. Este panorama se agrava en un contexto donde Jalisco es el segundo mayor productor de maíz en México, con una producción anual de 3.4 millones de toneladas, solo por detrás de Sinaloa, que lidera con 6.6 millones de toneladas, y seguido por Michoacán con 1.9 millones.
En medio de un escenario alarmante para el campo de Jalisco, Ana Lucía Camacho, la titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de Jalisco (SADER), viajó a la Ciudad de México para reunirse con el secretario federal del ramo. Ahí fue contundente: demandó recursos extraordinarios para comenzar a resolver esta crisis.
En una reunión con el nuevo titular de la Secretaría de Agricultura del Gobierno de México, Julio Berdegué, también participaron secretarios de los demás estados. Así, la Federación tendría los elementos necesarios para completar una radiografía del campo de todo el país. En el encuentro, Jalisco destacó por la enorme producción de este grano, cuyos derivados constituyen el 85 por ciento de la alimentación de los mexicanos. Allí, Camacho habló con el secretario para hacer un llamado urgente en busca de apoyos extraordinarios para los productores de maíz de la entidad en el ciclo primavera-verano de 2024. Esta crisis, además de poner en riesgo la viabilidad económica del sector agrícola, amenaza con generar un impacto negativo en la producción alimentaria del país.
“Estamos ante un riesgo muy alto. Los productores traen mucha inquietud porque no saben si podrán acceder a apoyos federales que les permitan equilibrar la rentabilidad de sus cosechas”. Destacó Ana Lucía Camacho, titular de SADER.
¿Cuáles son las consecuencias inmediatas de la crisis de maíz?
La funcionaria subrayó que la falta de medidas inmediatas podría afectar tanto a los estudiantes como a la población en edad productiva, que depende directamente del campo para su sustento.
“Es un tema que, si no se atiende, podría dejar más tierras sin cultivar y afectar directamente la economía local”. Continúo la funcionaria de SADER.
El Consejo Agroalimentario de Jalisco (CAJ) no ha dejado de expresar su preocupación. De acuerdo con su presidente, Roberto De Alba, los efectos del fenómeno de El Niño podrían empeorar la situación en los próximos meses, alargando la sequía y retrasando aún más la siembra de maíz y trigo, dos de los principales cultivos de la región.
“Ya hemos dejado de sembrar más de 100 mil hectáreas de maíz, y podríamos perder más si no se logra una solución que contemple apoyos económicos y precios de garantía”, Advirtió el titular de CAJ, Roberto de Alba.
El impacto de esta crisis no solo afecta a los productores de Jalisco, sino también a otras regiones clave en la producción de granos. En la reunión, Julio Berdegué aseguró que esta semana se presentará una propuesta de precios de garantía para el maíz y frijol ante la presidencia, con la esperanza de que esta iniciativa beneficie no solo a Jalisco, sino también a Michoacán y Guanajuato, que enfrentan complicaciones similares.
El pasado lunes, decenas de productores de maíz se manifestaron frente a las oficinas de la Secretaría de Agricultura , Ganadería y Desarrollo Rural (SADER) en la capital del país, exigiendo precios más justos por tonelada de maíz.
LG