Alejandra Ceceña, proveniente del municipio de Magdalena, 78 kilómetros al noroeste de Guadalajara, mencionó que su esposo tiene cáncer de próstata desde hace cuatro años que le fue detectado y desde entonces ha sido un calvario para ellos asegurar los tratamientos y medicamentos para el padecimiento.
Esta pareja va dos veces a la semana al Hospital General de Occidente, ubicado en Zapopan, pero Alejandra ha manifestado que está cansada de que de manera constante, este centro médico no les ofrece el tratamiento completo.
“Los médicos no tienen con qué trabajar, no hay medicamentos. Voy al laboratorio y no tienen los aparatos, te dan citas hasta un año, mi esposo requiere de citas rápidas y pues para sus estudios son muy largos”, explicó Alejandra.
Cada vez que Alejandra y su esposo son rechazados o no reciben la atención necesaria y el medicamento, impacta de manera negativa la economía de la familia.
“Afecta mucho mi economía, puesto que ya he gastado yo mucho dinero y viene uno de lejos y para que te digan que no”, expresó Alejandra.
Las piernas hinchadas y el cansancio de su esposo, son evidencia de lo complicada que es la enfermedad y la falta de un tratamiento oportuno.
No obstante, Alejandra hace hasta lo imposible por conseguir todo lo que su esposo requiere debido al cáncer de próstata, ya que incluso afirmó que el tratamiento suele ser costoso.
“Cuando no hay medicamento hay que comprarlo y el medicamento de cáncer es carísimo, yo he pagado inyecciones en 13 mil pesos, vacunas que le ponen en el estómago pastillitas hasta con nueve mil pesos y así, carísimo me sale”, comentó Alejandra.
Este 26 de agosto, la pareja viajó desde Magdalena y confirmó nuevamente que su esposo no pudo recibir quimioterapia, y ahora sólo les queda regresar la próxima semana para ver si ya hay tratamiento.
AA