El 16 de noviembre, ocurrió un enfrentamiento armado entre elementos de la Guardia Nacional y civiles en Ocotlán, Jalisco. En dicho ataque, una oficial resultó gravemente herida con un arma de grueso calibre y de acuerdo con Ricardo Sánchez Beruben, Coordinador Estratégico de Seguridad, la afectada podría perder su brazo.
Sanchéz Beruben explicó, que la oficial ha presentado un avance positivo pero que debido a la herida que tuvo de gran magnitud, perderá su brazo.
“No podemos cantar victoria porque con la herida que tuvo desafortunadamente parece que perderá el brazo. Con una herida de esa magnitud puede complicarse en cualquier momento, pero el reporte preliminar es que va avanzando de muy buena manera”, agregó el Coordinador Estratégico de Seguridad Jalisco.
El día de la agresión, lograron estabilizar a la oficial y posteriormente fue trasladada a un hospital del Área Metropolitana de Guadalajara, donde en un inicio su estado de salud fue reportado como grave debido a la lesión en su brazo.
¿Qué ocurrió el 16 de noviembre en Ocotlán?
El ataque armado en dicho municipio de Jalisco sucedió cuando el convoy de la Guardia Nacional circulaba sobre la avenida Miguel Hidalgo, de manera casi simultánea, un grupo de sujetos armados abrió fuego contra las unidades oficiales, por lo que las fuerzas del orden accionaron sus armas.
De acuerdo con el gobierno de Jalisco, el ataque fue una reacción al operativo interinstitucional que se habían implementado un día antes en la región Ciénega.
Tras una reunión con el gabinete de seguridad, Alfaro Ramírez informó que la reacción oportuna de las fuerzas de seguridad permitió que no hubiera daños colaterales y lesionados civiles. Además, posterior al ataque, hubo un presunto delincuente abatido.
Cabe mencionar que durante el enfrentamiento armado, las autoridades del Centro Universitario de la Ciénega (Cuciénega) de la Universidad de Guadalajara (UDG), optaron por mantener a los estudiantes dentro de las instalaciones del plantel debido al peligro que representaba salir a la calle.
Una de las estudiantes del Cuciénega que prefirió mantener su identidad anónima, comentó que esperaba salir temprano de la escuela, sin embargo, a causa de los hechos violentos que se suscitaron, las autoridades del plantel educativo no les permitieron abandonar el edificio.
Las calles de Ocotlán se vieron vacías tras la balacera, así como algunos establecimientos comerciales cerraron sus cortinas para evitar un posible riesgo. Posteriormente, la población pudo llevar a cabo sus actividades con normalidad.
MRG