Después de nueve meses, José Luis y Rosa María podrán dar santa sepultura a su hijo José Manuel López Calvillo, que desapareció el 9 de diciembre de 2021 en el municipio de Zapopan.
El joven de 25 años fue buscado por sus padres desde que fue visto por última vez en la carretera a Saltillo, a la altura de la colonia Villas de Guadalupe. El cuerpo de José Manuel fue localizado en una fosa clandestina después de tres meses de su desaparición, sin embargo, Rosa María y la hermana de José, Elizabeth, narran que cuando fueron a reclamar el cuerpo, el personal forense dijo desconocer su paradero.
De acuerdo con Rosa María, el cuerpo de su hijo estaba desde el 2 de febrero en el Semefo, pero las autoridades no les avisaron al respecto y ni siquiera les mostraron fotografías. Fue hasta el 26 de agosto de 2022 cuando la Fiscalía de Jalisco notificó a la familia del hallazgo de José Manuel.
“No me habían avisado a mí nada. Había ido y nunca me ensañaron fotos, nunca me ensañaron nada, hasta apenas ayer que lo vimos y al momento de pedir que lo entregaran nos dicen que no pueden porque no sabían la localización del cuerpo, que tenían que buscar a ver dónde lo habían dejado”, explicó Rosa María.
Tras nueve horas de búsqueda, el personal del Semefo encontró el cuerpo de José Manuel y cuando finalmente lo entregaron a la familia, el dolor de sus padres aumentó, porque no esperaban que el Semefo se los diera en malas condiciones.
“A mi hermano me lo entregaron en una bolsa mosqueándose, se oye muy fuerte y muy grotesco pero así fue…. No sabíamos ni por donde empezaba ni por donde terminaba”, dijo su hermana, Elizabeth Luna.
En los meses que no sabían del paradero de José, su madre y hermana lo buscaron en diversos puntos del municipio de Zapopan. Por ello, Rosa dice tener coraje de la ineficiencia del Semefo, sobre todo, porque cada 15 días iba a las instalaciones para ver la galería de las personas sin identificar y nunca vio indicios del cuerpo de José. Tuvieron que pasar seis meses para que les informaran que los restos de su hijo habían sido encontrados.
“Yo le dije a Fiscalía: ‘cómo es posible que haya tenido que buscar a mi hijo en basureros, en tiraderos de escombro, en barrancas, teniéndolo ya en Semefo’”.
Rosa y Elizabeth señalaron que el caso estuvo plagado de irregularidades desde un principio, ya que la fosa donde encontraron a José estaba a unos metros de la última señal emitida por su teléfono móvil, donde había cámaras del C5 que la Fiscalía se negó a revisar.
“Siempre se les pidieron las cámaras del C5 y nunca nos enseñaron las cámaras, hicimos pega de boletines de fichas con Comisión de Búsqueda cerca de la última geolocalización del teléfono, se hizo la pega y ahora que lo encontramos él estaba a unas cuadras de donde nosotros hicimos la pega de donde fue la localización de su teléfono y donde había cámaras tanto de negocios como de C5 que jamás nos pudieron otorgar las autoridades”, comentó Elizabeth.
Ahora, después de nueve meses, por fin podrán despedirse de José pero admiten que el coraje por la indolencia de las autoridades nunca se irá.
MRG