El coordinador del doctorado de estudios económicos del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), Antonio Ruiz Porras, contextualizó que alrededor del 70 por ciento de los bienes o servicios de la economía mexicana dependen directamente del comercio internacional, hecho que se repite en Jalisco.
Por lo anterior, cualquier efecto que pasa a nivel global, eventualmente impacta tanto a la economía nacional como a la jalisciense.
No obstante, a pesar de que la economía global se encuentra en un periodo de incertidumbre por el aumento de precios que generó desabasto en alimentos ante una menor oferta y producción debido a factores como la pandemia por el covid-19, la invasión rusa en Ucrania, la inflación y el cambio climático, el coordinador descartó que suceda una hambruna en Jalisco.
De acuerdo a Ruiz Porras, una hambruna no podría ocurrir en el estado debido a que el sector agropecuario ha sido uno de los más resistentes ante la pandemia del covid-19.
“Han empezado a salir rumores de que no hay huevo, ya no hay leche, y etcétera. En realidad yo creo que en el caso particular de Jalisco no deberíamos de hacer caso a este tipo de rumores. Afortunadamente la producción ha sido bastante buena, estable a pesar de las circunstancias. {…} Aunque siguiendo la dinámica nacional e internacional tendremos precios más altos”, explicó el coordinador.
Ruiz Porras explicó que hay cierta estabilidad y oferta relativamente parecida a la que se tuvo en otros años, y debido a la naturaleza de la producción agrícola o agropecuaria jalisciense, existen algunos productos que hacen a Jalisco líder, como el huevo, que es la fuente de proteínas más importante para el mexicano, las cuales ayudan a reducir niveles de desnutrición.
El coordinador confirmó que se está visualizando una desaceleración de la economía jalisciense a lo largo de los dos últimos años, ya que en 2020 decreció 7.5 por ciento, apenas el año pasado creció un 4.4 por ciento, y este año se estima un dos por ciento, sin embargo, la suma de ambos da un 6 por ciento, es decir, menos de lo que cayó, por lo que las expectativas de crecimiento económico que se esperaban se podrían posponer hasta 2023.
AA