Jesús es uno de los personajes de la historia de la religión más reconocidos en cada rincón del mundo. Su trascendencia no solo radica en que es una de las figuras representativas de la iglesia católica y cristiana, sino que los relatos en torno a él son recordados por las personas debido a las enseñanzas que transmitió.
El nacimiento de Jesús es uno de los eventos más recordados por los creyentes junto a su muerte, evento que ha dejado abiertas especulaciones sobre elementos y artículos que fueron utilizados para castigarle y enterrarlo. Uno de esos artículos es la famosa sábana en la que fue envuelto después de el tormento relatado que sufrió. Esta sábana hoy es conocida como el "Sudario de Turín".
¿En dónde se encuentra el Sudario de Turín?
La Sábana Santa se encuentra en la ciudad de Turín, en el norte de Italia muy cerca de Suiza y de la ciudad de Mónaco en Francia. Para resguardar dicho artículo religioso en el año de 1668 fue construida bajo órdenes del rey Carlos I de Saboya una capilla, la cual lleva el nombre de la sábana.
La capilla es considerada una obra maestra, pues su cúpula interior muestra el cómo los artistas de la época plasmaban la técnica barroca.
Especulaciones e investigaciones sobre el Sudario
Durante años teólogos, científicos, investigadores e historiadores han debatido sobre si la manta cubrió el cuerpo de Jesús alguna vez. Los primeros estudios realizados a la manta se dieron en los años de 1969 y 1973. Estos primeros estudios rigurosos no señalaron que la sábana era auténtica pero tampoco lo descartaron.
Fue en el año de 1988 que se llevó acabo otra prueba sobre esta sabana. Los estudios fueron hechos con radiocarbono de pequeñas partes del sudario. Algunas Universidades del mundo participaron en dicho estudio, como la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, la Universidad de Arizona y la Universidad de Oxford.
Los resultados de dicha investigación establecieron que los restos de radiocarbono no coinciden con las fechas en las que los relatos religiosos cuentan que Jesús murió. Las fechas de los restos son de la Edad Media entre los años 1260 a 1390. Sin duda una fecha muy lejana de lo establecido.
Aunque los estudios indican algo contrario a lo que se especulaba en un principio, los creyentes no han dejado de creer que la manta en realidad perteneció al hijo de Dios, Jesús.
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