Las redes sociales pueden ayudar a comunicarse con familiares y amigos, además de encontrar el amor, como el caso de Aarón, de 16 años de edad, y Yanet de 15, ambos de Nuevo León, quiénes tuvieron contacto a través de Facebook y siguen una relación.
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“Llevamos un año y medio y nos concomimos por Facebook, por nuestras familias que ya se conocían”, dijo Aarón.
Conforme se fue dando la plática, descubrieron que sus padres eran amigos, así que apoyados por ellos decidieron dar un paso más y comenzar una relación hace ya un año y medio.
“Primero hablamos por Facebook y luego supe que ella era familiar de los amigos de mi familia y ya después de eso empezamos a salir más, su familia me agarró mucha confianza por como soy con ella y como la trato”, reiteró.
Ambos saben que tener pareja es una responsabilidad
A pesar de encontrarse en plena adolescencia, ambos saben que tener pareja es una decisión que se debe tomar con gran responsabilidad sin dejar de lado los estudios.
“Si van a estar conociendo a alguien háganlo porque quieren a esa persona, si no no, porque luego hacen sentir mal a la otra persona y hay que saber hablar, enfrentar los problemas juntos, a mí me gusta mucho ella y como es conmigo”, reiteró Aarón.
En medio de una era digital y en la que pareciera que ha desaparecido el compromiso en los jóvenes, Aaron y Yanet aseguraron que es importante tener confianza a los padres y vivir el amor de acuerdo a la edad.
Origen del Día del Amor
La celebración se remonta a las fiestas paganas de la antigua Roma, donde el 15 de Febrero eran celebradas las "Lupercales", cuyo nombre deriva supuestamente de lupus (lobo), animal que representa al Fauno Luperco y la romanización del griego Pan (dios de la fertilidad y sexualidad masculina).
La festividad era llevada a cabo en el monte Palatino, específicamente en la gruta denominada como "Ruminal", en honor a Rómulo y Remo, lugar donde según la leyenda el Fauno Luperco (tomando forma de loba o Luperca) amamantó a los hermanos para salvarles la vida.
Precisamente en ese lugar, un cuerpo especial de sacerdotes o Luperci (amigos del lobo) eran elegidos anualmente entre los jóvenes de la ciudad para desempeñar el papel de "cazadores" dentro de la ceremonia. Al inicio, los sacerdotes sacrificaban un perro y un macho de cabra, con su sangre marcaban la frente de los Luperci para después borrarla con lana mojada en leche de cabra.
En ese momento la diversión comenzaba, pues los jóvenes corrían totalmente desnudos, sujetando en sus manos tiras de piel de la cabra sacrificada y azotando con ellas como un rito de purificación y fecundidad a quienes encontraban en el camino, en su mayoría mujeres pues se creía que al poner sus carnes de color purpura aumentarían su fertilidad y capacidad para procrear.
elmm