Juguetes tradicionales como marionetas, baleros, matracas, pirinolas, y trompos fueron durante muchos años objetos de diversión para los pequeños, aunque con el paso del tiempo se han quedado en el olvido, en especial para muchos leoneses que prefieren darle paso a la tecnología; Sin embargo, dichos objetos también se han abierto otros horizontes tomando un lugar en las familias extranjeras.
Humberto Figueroa Chávez, Tornero de oficio, tiene más de 40 años dedicándose al mundo de las artesanías mexicanas, y aunque en un principio puso su negocio como un simple ‘juego’, ahora su local y mercancía se ha convertido en su vida entera, pues tantos años de dedicación y ver el asombro de sus clientes al recibir una marioneta o un yoyo, es lo más satisfactorio.
“Trabajar la artesanía, siempre me he dedicado a esto, inclusive yo no soy de aquí de León, yo soy de Uruapan Michoacán, yo tengo más de 30 años que tengo aquí. Puse mi local así jugando y me funcionó y me quedé aquí, mi familia está en Uruapan, tenemos artesanías frente al Parque Nacional con mi esposa e hijos y yo me vine para acá a poner esta tienda aquí y así fue como comencé”, declaró.
Las artesanías son uno o varios objetos que dan identidad cultural, y generalmente son elaborados de manera manual, con la utilización de materia prima como madera o barro, así mismo, otra peculiaridad de las artesanías es que no implican contar con algún tipo batería pues el único motor que necesitan es la imaginación y el ingenio de los pequeños y hasta grandes.
“Todo lo que ves aquí es artesanía, es una tienda de artesanías” […] “No nada, la artesanía no lleva nada de pilas ni nada” […] “La artesanía no lleva nada de pilas, nada de tecnología” comentó [...] “Por ejemplo, baleros, yoyos, azucareras, revisteros y todo eso […] “Pues mira, aquí todo se vende, cuando no es una cosa se vende otra lo que menos piensas vender ese día es lo que vendes, no tenemos así una cosa que digamos esto”, dijo.
Según los relatos y su experiencia, aunque la tecnología ha llegado para quedarse, aún existen muchos padres de familia, pero en especial de linajes extranjeros que les gusta adquirir muñecos y objetos artesanales, pues denotan la alegría, añoranza y sobre todo el folklor mexicano tan característico.
“Si les interesa, pero ya no como antes, la tecnología, los papás incluso, por decir que todavía jugaron mucho con este juguete todavía le llevan mucho a los niños. Para el otro lado se llevan mucho para llevar a todas las familias cuando van para allá”, refirió.
Datos demuestran que a nivel internacional las artesanías mexicanas tienen reconocimientos y valoración, por ser productos que manifiestan la diversidad cultural, lo que ha permitido al sector artesanal convertirse en un atractivo potencial de crecimiento.
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