Para los nazarenos de Iztapalapa, por más frío o caliente que esté el asfalto de los ocho barrios de Iztapalapa, no hay impedimento para caminar con la cruz a cuestas los más de 20 kilómetros del circuito tradicional.
A causa de la emergencia sanitaria por Covid -19, la representación del 2020 y del 2021 fue a puerta cerrada; en 2022 contó con tan sólo 50 por ciento de los nazarenos, por eso este 2023 será el primer año que se realice la representación en todo su esplendor después de la emergencia sanitaria.
Muchos descalzos y otros más con huaraches caminan para agradecer al Señor de la Cuevita los favores y bendiciones recibidas durante este año, o bien, pedirle su intercesión en alguna petición que ellos tengan.
Para quienes practican esta tradicional caminata, la edad tampoco resulta ser un obstáculo, pues se puede ver a adultos mayores, jóvenes, adolescentes y niños, todos ellos con la cruz a cuestas y una corona de espinas. También se pueden ver a bebés caracterizados como nazarenos que viajan en los brazos de sus cuidadores para acompañar a sus familiares.
Es normal ver a los niños nazarenos, quienes son ayudados por sus padres a cargar la cruz y así cumplir con la manda que con el paso de estafeta de generaciones a generaciones se convirtió en tradición.
Tras terminar el recorrido con la Cruz a cuestas, los nazarenos esperan en el Cerro de la Estrella a los actores y presenciar la crucifixión de Jesús.
¿Quiénes son los nazarenos?
La palabra nazareno viene de Nazaret, el pueblo donde creció Jesús.
¿Quiénes son los nazarenos?
Los nazarenos son aquellos que por una manda, petición o voluntad propia recorren los ocho barrios originarios de Iztapalapa: San Lucas, San Pablo, San Pedro, San José, Asunción, Sana Bárbara, San Ignacio y San Miguel, en un recorrido de más de 20 kilómetros.
Esto lo hacen con vestuarios de color morado y con la imposición de una cruz a lo largo de todo el trayecto, las cuales están hechas de madera de diferentes tamaños adecuadas para quienes las cargan.
Se pueden ver cruces de tamaños muy similares a la que carga Cristo de 90 kilos, y también cruces con nombres o fotografías de familiares por los que se ora.
LYA