Aunque las iglesias ya operan entre el 80 y 90 por ciento de su capacidad de feligreses mantendrán algunas medidas de seguridad sanitaria como evitar el saludo de paz y la comunión con la entrega de la ostia en la mano y el uso de cubre bocas al interior de las iglesias.
El Obispo de la Diócesis de Torreón, Luis Martín Barraza, detalló que mantendrán las medidas preventivas, aunque ya hayan liberado los aforos ya que las iglesias son áreas cerradas, pues incluso durante las pasadas celebraciones de Semana Santa regresó a una gran cantidad de feligreses a los recintos religiosos.
“Ahorita ya está muy libre el aforo, quizás no hemos vuelto al cien por ciento, pensamos que entre un 80 o 90 por ciento si está participando ya la gente, ya sin limitaciones de la autoridad civil y eclesiástica sino por malas experiencias traumáticas que vivieron algunas gentes y se limitan”, puntualizó el líder de la grey católica en La Laguna de Durango.
Dejó en claro que no han recibido instrucciones del Episcopado Mexicano y de la Comisión de la liturgia para la eliminación de las restricciones durante la celebración de la eucaristía, pues deberán contribuir con la fe y el cuidado de la vida y la salud hasta que las autoridades sanitarias determinen el levantamiento de la pandemia.
“La comunión todavía sigue en la mano, yo no he recibido ninguna orden de que ya quitemos eso pues eso me parece que tiene mucho que ver con la causa directa de la transmisión que si la damos en la boca intercambiar fluidos contaminantes y la Paz es la reverencia todavía hasta que las autoridades liberen totalmente y nos digan que ya no hay ningún temor”, sostuvo.
Monseñor Barraza recordó que la pandemia cobró la vida del cinco por ciento del presbisterio, pues fallecieron por COVID-19 cinco de los cien sacerdotes de la Diócesis de Torreón y en los últimos meses fallecieron tres sacerdotes por afecciones cardiacas quizás post-COVID.