Casi cuatro semanas es el tiempo que la joven, Angélica Villanueva, ha permanecido incomunicada con sus familiares y conocidos al encontrarse internada en un anexo de León; del cual, actualmente, se rehúsan a dejarla salir.
En un anexo denominado ‘La Mano de Dios’, ubicado en el bulevar Timoteo Lozano Oriente No. 510, en la Colonia La Libertad, ha permanecido desde hace un mes esta joven, quien fue internada ahí por una conocida para tratar su adicción al cristal.
Sin embargo, durante todo este tiempo no ha podido ver a ninguno de sus familiares o allegados, ya que las personas que controlan el sitio no le han permitido si quiera acercarse a la entrada del lugar o entablar una conversación con ellos.
Debido a ello, ninguna persona ha podido conocer en qué condiciones se encuentra la joven. Y, aunado a ello, no se le ha permitido la salida del lugar hasta que se cubra una cuota de aproximadamente seis mil pesos, misma que sus familiares no pueden costear.
No obstante, hasta el día de ayer, cuando se le negó la salida definitiva, esta situación no había resultado preocupante, ya que sus conocidos creían que el limitar el contacto con las personas formaba parte del tratamiento que se brinda con regularidad en este tipo de lugares.
“Pues a lo mejor ese es el sistema que llevan, porque, regularmente, casi en todos los anexos no dejan ver a los familiares ni a las personas para que más o menos se vayan estabilizando”, dijo un informante anónimo.
En este punto, conviene aclarar que dicho anexo no figura en la lista de aquellos que son regulados por el Estado. En concreto, de acuerdo con una solicitud de transparencia realizada a la Secretaría de Salud, son seis los centros de rehabilitación que operan bajo la norma 028 dentro del municipio de León, entre los cuales no se encuentra.
Aunado a ello, una conocida de la joven comenta que, si bien no se puede acceder al interior del sitio, ya que mantienen la puerta cerrada, a través de los monitores que se encuentran en la recepción se pueden vislumbrar un poco las condiciones en las que viven los jóvenes internados, las cuales, dice, son bastante deplorables.
“Nunca me dieron el acceso a las instalaciones hacia adentro. Pero se ve muy deplorable, igualmente lo vi por la cámara (…) que me hayan permitido entrar ahí, nunca jamás. Luego, luego cerraban la puerta y en la entrada me recibía la madrina, pero nunca me permitieron entrar”, explicó.
Igual de alarmante resulta el hecho de que, usualmente no se percibe movimiento alguno al exterior del sitio, y prácticamente no se puede ver a ninguno de los jóvenes que se encuentran internados, lo cual, comenta, podría ser un indicador de que no solo Angélica, sino también otros más, no están siendo atendidos de manera adecuada.
Al respecto, un testigo anónimo cuenta que en ocasiones los internos sufren maltratos al interior de algunos anexos irregulares, o que incluso son utilizados para otros fines, por lo cual resulta urgente saber qué está ocurriendo con la joven.
Además, relata que la joven es madre de tres niñas pequeñas, y que no cuenta con el apoyo de sus familiares para poder costear su proceso de rehabilitación.
“Sí tiene hermanos, pero ellos no quieren saber nada de ella por lo mismo. Le comento que incluso fue a ver al papá y el papá la golpeó muy feo y la corrió de la casa”, dijo.
Otro aspecto a destacar es que, debido a estas circunstancias, al salir del centro le espera un futuro incierto, a lo cual se suma el hecho de que incluso ha recibido maltrato físico por parte de su padre.