Con apoyo escaso pero unas ganas inmensas, las ‘Guerreras’ de futbol americano se han abierto paso en el deporte local, encontrando a su vez en su equipo a una segunda familia donde pueden expresarse y sentirse apoyadas.
Mucho se ha hablado de los beneficios que el deporte genera en la salud, pero pocas veces se menciona que este fortalece ciertos valores en los que lo practican, y que el pertenecer a un equipo donde las personas son escuchadas y motivadas, les puede cambiar la vida.
Justamente eso ocurrió con las ‘Guerreras’, un equipo leonés al que pertenecen únicamente mujeres, algunas de las cuales anteriormente se encontraban en un anexo e incluso pertenecen a la comunidad LGBT, mismas que hoy en día viven de una mejor manera gracias a lo que el deporte y sus propias compañeras les ofrecen.
Muchas de ellas entraron al equipo sin tener experiencia previa, pero con la ayuda de sus coach y de las jugadoras han logrado ser buenas en ello, a tal punto que incluso algunas tres de sus integrantes han sido seleccionadas para la Liga Femenil de Futbol Americano del Bajío, (LIFFAB del Bajío).
“Es un buen proyecto, con las chicas del anexo, conociendo más gente de todas las edades, de todas las experiencias. Realmente me pareció muy interesante meterme en un deporte donde se conocen muchas personas, agarras mucho de condición física, mucha práctica”, relató Carolina López.
Antes de pertenecer a ‘Las Guerreras’, algunas atravesaron experiencias fuertes que las marcaron, o incluso solían relacionarse poco con las personas.
“Yo siempre fui una persona muy tímida, muy cerrada, y con las chicas de mi equipo me he desarrollado muy bien, ya hay una confianza entre nosotras que es muy bonita” relató.
Afortunadamente, hoy en día todas ellas son profesionistas o estudiantes, y no solo su formación profesional o académica ha avanzado, sino que a nivel emocional también son evidentes las mejorías.
Su entrenador, Eduardo Ortiz, también se muestra feliz y motivado al dirigir a las ‘Guerreras’, y pese a los escasos espacios que existen para practicar este deporte, no baja la guardia, pues ve que en el equipo todas las jugadoras dan lo mejor de sí, sin mencionar que se ayudan y tratan sin prejuicios.
“Varias de ellas o las más allegadas son de la comunidad LGBT. Es curioso porque, en primera instancia ellas lo tenían guardado, pero una vez que se platicó con ellas, que el deporte era inclusivo por parte también de las chavas del anexo, y las profesionistas, bueno, se fue haciendo un vínculo con ellas y ya las chavas, pues se sienten normal. Se platica sobre ellas, se conversa y se sienten, yo las veo, se ven libres de todo”, comentó.
También resulta interesante ver que, si bien hay muchas personas en la ciudad que no conocían a las ‘Guerreras’ o que incluso no sabían que el futbol americano era practicado por mujeres en la ciudad, han mostrado interés en este deporte e incluso han apoyado a este equipo con dinero u otros recursos.
SEMY