Ingrid Escamilla era una joven de apenas 25 años, en 2020 fue asesinada; su feminicidio marcó la pauta para modificar el proceso de seguimiento a los casos ante los medios, con el fin de evitar proteger la intimidad y dignidad de las víctimas y familiares. Esta es su historia.
Ingrid nació en Puebla; era egresada de la carrera de Administración de Empresas Turísticas; tenía también una maestría en la Benemérita Universidad de Puebla (BUAP).
Escamilla conoció a su agresor, Erick Francisco Robledo, un ingeniero civil a quien conoció en su ciudad natal, y con quien después se mudaría a la capital mexicana. La poblana llegó a vivir a la Colonia Vallejo.
El 9 de febrero de 2020, Ingrid fue asesinada por Francisco Robledo, su pareja, dentro del departamento que habitaban en conjunto. El asesinato se dio luego de que, de acuerdo al feminicida, discutieran porque Ingrid reclamó que se había ido a ingerir bebidas alcohólicas; posteriormente, la joven lo golpeó y le mostró un cuchillo. Su pareja le quitó este último para enterrárselo en el cuello y matarla.
Al lugar de los hechos llegaron policías de la capital mexicana, quienes hallaron el cuerpo de la joven desollado en el piso; sin embargo, las fotografías tomadas de la escena del crimen fueron filtradas y difundidas por diversos medios, tanto de comunicación como en redes sociales, así como el video donde Erick Francisco confiesa el feminicidio, en el que relató que descuartizó a la mujer.
El caso conmocionó al mundo entero e incluso la Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenó la brutalidad con la que este crimen se efectuó, asimismo, miles de mujeres en México se manifestaron para exigir justicia y un alto a la revictimización de Ingrid, pues la difusión de la imagen de su cuerpo desollado se compartió cientos de veces y el clip de la confesión pudo haber entorpecido el proceso penal de Erick Francisco, estos hechos sentaron las bases para hacer realidad la Ley Ingrid.
¿Qué dice la Ley Ingrid?
El 23 de marzo de 2022 la Cámara de Diputados aprobó a nivel federal la Ley Ingrid con la finalidad de garantizar la protección, dignidad y los Derechos Humanos de las víctimas.
Se impondrán de cuatro a 10 años de prisión a quien incurra en la difusión de información reservada o documentos del lugar de los hechos o del hallazgo relacionado con algún procedimiento penal; incrementa la sanción un 33 por ciento, cuando las víctimas son mujeres, adolescentes, niñas, niños o personas con discapacidad.
Para proteger los derechos de víctimas, en especial de las mujeres, la ley permitirá que las personas servidoras públicas no filtren imágenes o videos de manera ilegal e incluso se comercialicen.
Ley Ingrid en CdMx
La adición del Artículo 293 Quáter, señala que estas medidas se aplacarán
"A la persona servidora pública que, de forma indebida expongadifunda, entregue, revele, publique, transmita, , remita, distribuya, videograbe, audiograbe, fotografíe, filme, reproduzca, comercialice, oferte, intercambie o comparta imágenes, audios, videos, información reservada, documentos del lugar de los hechos o del hallazgo, indicios, evidencias, objetos, instrumentos relacionados con el procedimiento penal o productos, con uno o varios hechos señalados por la ley como delitos”.
Las sanciones previstas aumentarán en una tercera parte, si la información que se difunda es con el fin de menoscabar la dignidad de las víctimas o de sus familiares; se trate de cadáveres de mujeres, niñas, o adolescentes, o sea de las circunstancias de su muerte, de las lesiones o del estado de salud de la víctima.
¿Por qué es importante evitar las filtraciones que dicta la Ley Ingrid?
- Evita el uso indebido de servidores públicos, es decir, difusión de imágenes, audios, videos y documentos sobre los cadáveres, de las circunstancias de su muerte, de lesiones o el estado de salud de las víctimas.
- Evita la especularización del feminicidio.
- Las filtraciones aumentan la normalización de la violencia contra las mujeres, además incita al entretenimiento y agrava el daño a las víctimas.
- Vulnera la dignidad de las víctimas.
LARR