Las leyendas ayudan a entender un momento histórico en particular de alguna ciudad y propiamente cada una de estas tiene tres entes característicos a aparecer llámese un ser sobrenatural como es un fantasma o un ánima en pena; la presencia de un demonio o bien el mismo Dios o Los Ángeles, explicó Samuel Gómez Luna, cronista de Guadalajara.
Puntualizó que, en Guadalajara, existen sitios en los cuales se saben que las leyendas abundan como puede ser el panteón de Belén o distintas casonas que ya forman parte de una tradición por sus historias, centrándose en tres la de ellas:
La Casa de La Chapulina: ubicada muy próxima al Mercado alcalde en el cruce de liceo y Garibaldi, en la cual se dice que la dueña contaba con una gran fortuna y cada vez se acercaban a solicitarle un préstamo ella decía que debía platicarlo con su pariente.
El palacio de las Vacas: construido en el centro de Guadalajara por un familiar de Porfirio Díaz a finales del siglo XIX, donde se hacen presentes entes oscuros; el nombre proviene porque en algún momento este recinto fue transformado en una lechería.
La Casa de Los Perros o el Museo de Periodismo y las Artes Gráficas: ubicado también en el centro de Guadalajara sobre paseo alcalde, donde existen distintas leyendas para obtener de su dueño don Jesús Flores, la escritura de la casa; sin embargo, el requisito es hacerlo a las 12 de la noche y llevar solo una vela en compañía.
Samuel Gómez Luna refirió que el cree que los fantasmas tapatíos por lo menos son clasicistas, porque hasta dónde tiene entendido no hay ni un solo reporte de una casa de interés social como Infonavit, que tenga un ente que habite.
Finalmente, añadió que aunque a todos nos gusta un buen cuento de misterio o de terror, más en estas fechas, lo más importante es conocer lo que hay de historia detrás, porque esto va a permitir tener una riqueza cultural que haga entender por qué preservar estas fincas y tradiciones que nos brindan identidad.
MQ