A diferencia de otros estados de la República, ser drag en Guanajuato implica enfrentarse a prejuicios, pero también a las escasas oportunidades. Esta es la historia de vida de Lolalatra, una drag queen de la entidad que ha luchado contra todas estas dificultades y más, con tal de seguir su pasión.
Lolalatra es una joven y talentosa drag queen del municipio de León, para quien este arte se ha convertido en uno de sus motivos para vivir, e incluso ha encontrado en él a una verdadera familia, que la apoya de manera incondicional.
La vida de Lolalatra está llena de distintas experiencias, algunas dulces, algunas amargas, pero sin duda entre todas ellas destaca, en primer lugar, la creatividad que ha vivido en ella desde que era tan solo una niña, misma que surgió cuando desarrolló un increíble talento para dibujar.
Si bien actualmente la calidad de su trabajo es reconocida incluso en otros municipios del estado, cuenta que previo a ello ya sentía un interés enorme por maquillarse y transformarse en distintos personajes, pero había algo que no le permitía explotar su talento, y es que su propio contexto familiar la llevó a esconderse, por lo que tenía que hacerlo en las madrugadas cuando nadie la veía.
“Y ya, cuando todos estaban dormidos yo me bajaba a la sala y ahí me maquillaba a escondidas, y duraba toda la noche. A veces terminaba de maquillarme hasta las seis de la mañana, y me tomaba dos fotos y me desmaquillaba rápido para que no me viera mi mamá cuando se despertara. Todo ha sido muy clandestino”, contó.
Nunca imaginó que esa necesidad se convertiría en un detonante para transformar su vida, abandonando todas las limitaciones y viviendo de lo que más ama: hacer drag.
Y es que, más allá de que sin duda esto forma parte de ella desde hace tiempo, le permitió formar a una bella familia, con quienes comparte no sólo un importante vínculo emocional, sino también el gusto por esta profesión.
“También tengo un colectivo de amigas, que se llama ‘El Clan de las Vestidas’, somos cinco amigas que se ayudan, cosen vestuarios, se peinan y demás, y pues entre nosotras nos estamos enseñando, siempre estamos preocupadas en qué vamos a hacer de show, los ensayos, coreografías y todo eso, y creo que eso la gente no lo ve”, agregó Lolalatra.
Gracias a su estilo peculiar y los geniales vestuarios que ella misma crea, Lolalatra se ha ganado un espacio en el medio, y la experiencia que ha tenido al dedicarse a ello la ha llevado a percibir varias problemáticas que existen en el mundo de las Drag Queens… desde los salarios ínfimos que no son consecuentes con el trabajo que ellas realizan, la complejidad que rodea a la profesión derivada de la preparación multidisciplinaria que se requiere, y poca aceptación que se vive, incluso al interior de las familias.
Sin embargo, si bien comenta que hasta el momento sus padres desconocen que es una drag, y que de enterarse, seguramente su reacción no sería positiva, esto no le causa mucho conflicto, ya que su arte es personal, es para ella, y sin duda es algo que la hace muy feliz y la mantiene con vida.
“Ha habido como varias peleas, no de drag, pero antes usaba faldas en mi diario, y mi mamá me llegó a ver varias veces y fue la súper regañiza. Entonces ya no sé si sería un regaño, si sería dejarme de hablar, cortarme comunicación, pero no me voy a detener de hacer esto, porque me mantiene con vida, me da de comer, es una forma de expresión, me libera de mis sentimientos y me mantiene feliz”, mencionó.
FGAV