¿Eres amante del pan? Prueba los famosos ‘prestiños’ de piloncillo, en Salvatierra

Estos panecillos los siguen produciendo cocineras muy tradicionales del municipio.

Los prestiños, la dulce tradición de Salvatierra
Salvatierra, Guanajuato /

Los ‘prestiños’, son dulces panecitos elaborados en comunidades del municipio de Salvatierra, se trata de una receta tradicional con muchos años de historia, estos se elaboran a base de harina de trigo y se bañan en jarabe de piloncillo.

Aunque no hay dato preciso sobre la fecha de origen de este tradicional postre, se sabe que tanto este como muchas más recetas propias del municipio se deben a la evolución social tras la llegada de los conquistadores que generó la fusión de las culturas, por lo que se entiende que la historia de este pan abarca ya varias generaciones.

Comercialmente los prestiños son poco conocidos entre sus habitantes debido a su elaboración artesanal, misma que da a este postre la característica de ‘tradicional’; de esta manera existen lugares en los que la receta de este pan ha pasado de generación en generación, por lo que aún se encuentran algunos comercios del municipio en los que se elaboran y venden.


¿Dónde se elaboran los prestiños?

Ante la historia que guarda el origen de los prestiños, no es de extrañarse que su elaboración se dé en espacios específicos, por lo que para degustar estos deliciosos ‘panecitos’ es necesario acudir a las casas de cocineras tradicionales ubicadas en la comunidad de San José del Carmen, en Salvatierra, Guanajuato. Esta localidad se encuentra a 6.7 kilómetros (en dirección Sur) de Salvatierra.

Doña Elvira Flores, es una de las cocineras tradicionales de Salvatierra que elaboran los prestiños en esta comunidad, mismas que mantienen vivas las recetas originarias de su comunidad para que puedan ser conocidas por las futuras generaciones.

¿Cómo se preparan los prestillos?

Para la preparación de los prestiños los ingredientes utilizados son harina de trigo, carbonato, piloncillo, sal, y royal; el trigo se muele en metate hasta hacerlo harina, para después amasarlo con otros ingredientes como piloncillo, canela y agua hasta que tomen una consistencia de masa.

Esta masa se separa en pequeñas bolitas para dorarlas en aceite y finalmente se remojan en canela y miel de piloncillo.



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