Los milagros existen. Esa certeza es lo que mueve a Lupita Barragán, una joven madre que llegó a Monterrey con la esperanza de lograr el trasplante de sus dos pulmones, que necesita para vivir lo suficiente para ver crecer a sus tres hijos.
Espera a su ángel donador, y con su esposo Manuel, lucha para conseguir los cuatro millones de pesos que, mínimo, le costará la operación.
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Hace nueve años enfermó, y los médicos dictaminaron que padecía una variable de fibrosis pulmonar. Hace cuatro años tuvo una crisis y desde entonces vive conectada a un respirador.
Necesita los dos pulmones, y hace un mes determinaron que es candidata a un trasplante, por lo que se abocaron a juntar el dinero.
En Pajacuarán, Michoacán, donde viven, sucedió el primer milagro. Todo el pueblo colaboró con rifas, donando lo que pudo para sortearlo, y sin saber cómo, reunieron cerca de 3 millones y medio de pesos. Pero aún falta, dice su esposo, Manuel Pineda Arreola.
Su nombre completo es Fabiola Guadalupe Barragán Martínez, pero todos la conocen como Lupita Barragán.
Cualquier donativo se puede depositar en la cuenta: Bancomer 1563939918 ó en la tarjeta Bancomer 4152 3138 1972 3714.
Mientras esperan el trasplante, deben vivir en Monterrey. Manuel trabaja en lo que puede, porque debe dedicar mucho tiempo a atenderla, llevarla a consultas, y cuidar de los niños: Manuel, de once años, Mariana, de 10, y Mareli, de 7.
La familia confía en el milagro que salve la vida de Lupita. Y todos podemos colaborar, como dice Mareli, porque hasta un pesito, es un pedacito de pulmón que le regalan a su mamá.
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