La manzanilla es una planta de flores blancas, parecidas a las margaritas o a la flor llamada nube. La manzanilla normalmente se utiliza con fines medicinales y terapéuticos.
El nombre de esta hierba se debe a que su aroma recuerda al de una manzana. En cuanto a sus usos, pueden ser bastante variados ya que normalmente en nuestro país se considera un remedio natural. Tés y gotas para los ojos son algunos de los ejemplos, donde la manzanilla puede tener lugar como ingrediente principal, para curar algún mal.
¿Para qué sirve la manzanilla?
De acuerdo con el portal oficial del Gobierno de México, la manzanilla posee cualidades curativas ya que funciona como calmante, además de descongestionar las vías respiratorias, desinflamar los intestinos y servir como auxiliar y relajante en enfermedades como la gripe y el catarro.
La manzanilla, además, alivia los dolores de cabeza, las úlceras en las piernas y las inflamaciones e infecciones de los ojos y en casos muy específicos también actúa como antiinflamatorio y cicatrizante de piel.
Asimismo, esta planta tiene presencia en la industria, ya que se puede utilizar para la elaboración de champús, acondicionadores, cremas para el cuerpo y cara, exfoliantes, jabones, lociones, pomadas, toallas femeninas y papel higiénico.
¿Cuáles son las propiedades curativas de la manzanilla?
Matricaria chamomilla, mejor conocida como manzanilla, es una hierba reconocida tanto en el ámbito cotidiano como en el científico, gracias a sus propiedades terapéuticas. Por lo tanto, esta se considera como una planta medicinal desde la antigüedad, gracias a que puede aliviar tanto malestares físicos como emocionales.
La manzanilla normalmente se utiliza como un sedante suave, el cual ayuda a reducir la ansiedad, el estrés y mejorar la calidad del sueño o poder conciliarlo. Además, puede actuar como un calmante o relajante por medio de tés e infusiones, gracias a que esta hierba disminuye los niveles de cortisol, hormona que contribuye a la creación o presencia de ansiedad y estrés en una persona.
Por otra parte, la manzanilla igual puede actuar como antiinflamatorio, pues esta planta contiene bisabolol y los flavonoides, compuestos que tienen propiedades antiinflamatorias, las cuales pueden ser útiles para tratar dolencias como inflamación intestinal, artritis o irritaciones cutáneas.
Es por esto que la manzanilla, además, puede ser un buen aliado para el tratamiento de problemas gastrointestinales como la indigestión, náuseas y diarrea.
Esta planta puede utilizarse como cicatrizante y antiséptico, ya que es eficaz para limpiar y desinfectar de manera suave las heridas, además de ayudar a cicatrizar más rápido ésta, gracias a sus propiedades antiinflamatorias como lo son los flavonoides.
La manzanilla de igual manera puede servir como antiespasmódico, para relajar los músculos y el cuerpo. Un claro ejemplo de este es el uso de infusiones para el alivio de cólicos menstruales y dolores musculares.
Los flavonoides de esta hierba pueden combatir el estrés oxidativo, lo cual puede prevenir enfermedades crónicas y el envejecimiento celular, ya que esta planta cuenta con antioxidantes, lo cual convierte a la manzanilla en un perfecto aliado en contra de las infecciones en los ojos, oídos y garganta.
Por último, en fiebres y refriados, la manzanilla puede ser un descongestionante útil para aliviar síntomas de gripe, tos, catarros y refriados, aumentando su efectividad, sí se combina con otras plantas como el eucalipto y la menta.
DN