María Luisa Villanueva Márquez fue liberada el pasado 2 de febrero tras permanecer encarcelada 25 años por el presunto delito de secuestro, el cual asegura que no cometió. La mujer tuvo que ser sacada por la fuerza por seis custodios del Centro de Reinserción Social (Cereso) femenil de Atlacholoaya, municipio de Xochitepec.
María Luisa de 48 años de edad, originaria de Ocotillo, municipio de Coyuca de Benítez, Guerrero, fue condenada a 30 años de prisión por un delito que no cometió, pero que agentes de la Fiscalía General del Estado de Morelos (FGE) obligaron a inculparse mediante torturas.
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La mujer y su abogado, Eutiquio Román Santiago, demandaron a los agentes que la torturaron y el 15 de febrero se cerrará la indagatoria; esperan que se gire una orden de aprehensión en su contra. Con ello, acudirían al pleno del Tribunal Superior de Justicia para solicitar el reconocimiento de inocencia de María Luisa.
Los demandantes desconocen por qué el presidente del TSJ, Jorge Gamboa Olea, adelantó la liberación, pues indicaron que no solicitaron su preliberación.
La interna explicó que a las 12:30 horas del jueves, la directora del penal, Diana Inés Hernández, le notificó que había llegado su boleta de libertad a solicitud de un juez por beneficio de la remisión parcial de la condena, y que tenía que dejar el penal “quisiera o no”.
María Luisa se negó a salir del servicio médico del Cereso por alrededor de minutos. También evitó ser valorada y no firmó ningún documento, pues insistió en que no quería salir con el estigma de delincuente.
La mujer, quien vestía de amarillo, fue sacada a la fuerza por al menos seis custodios, quienes primero la empujaron, luego la cargaron y la llevaron hasta la entrada del penal, mientras gritaba, pataleaba y lloraba porque no quería salir como culpable.
ZNR