En una jornada que mantuvo en vilo a los vecinos y movilizó a los cuerpos de emergencia, un pequeño canino protagonizó un dramático incidente la tarde de este miércoles en Matamoros, Coahuila.
Lo que comenzó como un reporte rutinario de ruidos extraños en un vehículo, terminó en una compleja operación de rescate que se extendió por cinco horas, demostrando la pericia y el compromiso de los elementos de Protección Civil y el Cuerpo de Bomberos.
El incidente tuvo lugar alrededor de las 18:15 horas, en la intersección del Circuito Jade y la calle Gema.
Rescatan a perrito atora en motor de auto
Según los primeros reportes, la propietaria de un vehículo Nissan Altima en color blanco, que se encontraba debidamente estacionado frente a su domicilio, fue alertada por una serie de ladridos y quejidos de desesperación que provenían de la parte baja de su unidad.
Al intentar localizar el origen del sonido, descubrió con asombro que un cachorro se encontraba profundamente atrapado entre los componentes mecánicos del coche.
A pesar de los intentos iniciales de la propietaria por liberar al animal, la situación resultó ser mucho más grave de lo anticipado. El cachorro, en un aparente intento por buscar refugio o calor, logró introducirse en un espacio sumamente reducido entre el bloque del motor y la cremallera de la suspensión.
La morfología del vehículo y la posición del canino hicieron imposible cualquier extracción manual sencilla, lo que motivó una llamada de urgencia al Sistema de Emergencia 911.
Minutos después del reporte, elementos del Cuerpo de Bomberos y personal de Protección Civil arribaron al sitio para evaluar la situación. Tras una inspección técnica, los rescatistas determinaron que para salvaguardar la integridad del animal sin causarle lesiones mayores, era necesario proceder con un desmantelamiento parcial de la zona frontal del vehículo.
La operación de rescate no fue tarea fácil. Los especialistas tuvieron que emplear herramientas hidráulicas y manuales para desmontar la llanta delantera izquierda, así como diversas piezas periféricas del motor que obstruían el acceso al área de la suspensión.
Durante el proceso, el personal de emergencia mantuvo un monitoreo constante del estado del cachorro, quien presentaba signos evidentes de estrés.
Fue después de cinco extenuantes horas de trabajo que los rescatistas lograron finalmente liberar al pequeño animal de su "prisión" de acero.
Para sorpresa y alivio de los presentes, el cachorro fue extraído completamente sano y salvo, sin presentar heridas de consideración ni fracturas, a pesar de la presión y el calor generado por los componentes del auto previo al incidente.
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