Desde hace cinco generaciones, Aida Apanco ha trabajado con las piedras volcánicas del Popocatépetl, un negocio donde se han involucrado todos los hombres y mujeres de su familia, por ello, afirman que la actividad del coloso es una bendición, ya que con la caída de ceniza se forma el material con el que trabajan todo el año para elaborar artículos de decoración para spa, utensilios de cocina, porta celulares con una fusión de madera y talavera.
En el emprendimiento que aperturó hace siete años al que llamaron La Cultura de las piedras, venden todo tipo de artesanías que son elaboradas por el señor Eugenio Ochoa, esposo de doña Aida, quien la apoya desde hace más de 30 años en este sueño que ahora se consolidó en una tienda, en la que apoyan sus cinco hijos en diferentes áreas.
“Toda mi vida me he dedicado a esto, crecí entre este material con el que mi familia sigue asegurando su futuro, para nosotros el volcán es de respeto, es nuestra principal fuente de vida y la ceniza es un fenómeno que vemos normal, que agradecemos, tenemos muchos clientes y una gran trayectoria por el volcán”, dijo doña Aida.
El polvo que genera el moldear las figuras y piezas, se vende por costales a algunas personas que se dedican a elaborar productos de belleza, les venden costales de este material que tiene beneficios para la piel, el cabello y también para las plantas.
“Este es el polvito de todo el corte que vamos haciendo que es muy finito y sirve para exfoliar, sirve para jabones, sirve hasta para lavar los trastes, para muchas cosas sirve, aparentemente muchas veces dice uno que ya no sirve o es tierra, pero sí sirve de mucho, fertilizante; también sirve para fumigar, para todo”, dijo don Eugenio Ochoa.
Afirmó que, todos los residuos son procesados por emprendedores especializados en esta rama, sin embargo, los resultados son impresionantes en el crecimiento del cabello, desaparición de acné, entre otros.
“Los resultados son maravillosos, cabello más fuerte, vitaminado, en cuestión de la cara, hay testimonios de la desaparición de acné, piel más suave, inclusive en las plantas, nosotros las utilizamos en nuestros árboles de fruta, nos sirve como fertilizante y también para quitar plagas de insectos, tiene muchos beneficios”, afirmó la dueña de La Cultura de Las Piedras.
Con su barreta, pico y cincel, extraen la piedra volcánica en San Nicolás de los Ranchos, a los pies del volcán, una labor que tarda horas y hasta pone en riesgo su vida, debido a la complejidad. Desde las cinco de la mañana, en su vehículo de carga se dirige hacia este punto para extraer las piedras de gran dimensión para realizar muebles, fuentes y todos los objetos que le encarguen sus clientes.
“Tenemos que ir primero allá donde está la lava volcánica, ir sacando las piedras por partes, seleccionarla, pasarlas al disco, hacer el corte y la verdad sí es muy tardado y peligroso, ya que a veces se llegan a caer las piedras, y hay tener cuidado si no se nos vienen encima, pero sí es muy laborioso y delicado”, afirmó.
Añadió que es una actividad comercial que podría continuar por siglos debido a la gran riqueza de materia prima que hay en las localidades cercanas al Popocatépetl, además, aseguró que hay disposición de los jóvenes para continuar con esta actividad.
Sus principales clientes se ubican en Ciudad de México, Guadalajara, Baja California, Hidalgo, Los Cabos e insulso de manera internacional, los sectores que más consumen estas piezas poblanas son el restaurantero, construcción y otro tipo de giros.
Su producto estrella son los cubos para alcalinizar el agua para beber, así como lo comales que no ocupan aceite para cocinar, las piezas de decoración, porta celulares y herramientas para hacer masaje que se comercializan desde los 20 hasta los 80 mil pesos.
“Ocupamos un cubito, que es de 2.7 parecidos al hielo, es la que ponemos en un litro de agua y nos hace agua alcalina, es un cubito por litro”, dijo el entrevistado.
Agregó que hay mucha materia prima por extraer por lo que sus cinco hijos, dos mujeres y tres varones, han seguido este legado de familia para seguir explotando este recurso. Los puede visitar en la carretera Paso de Cortés número 2919 en San Pedro Cholula.
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