Así es ser mamá en el Penal de Ciudad Serdán: "Mi hijo me levanta todos los días”

En el Penal de Ciudad Serdán, Rosa N. conoció a su esposo y se convirtió en madre, ahora busca escribir una nueva historia con su familia.

La historia de Rosa N. muestra que las reclusas tienen una motivación en sus hijos para poder construir una vida afuera de la cárcel | Melanie Torres
Puebla, Puebla /

“Mi hijo me levanta todos los días”, así comenzó su relato Rosa N., una mujer privada de su libertad que desde hace un año y dos meses, e inició su maternidad dentro del Centro Penitenciario de Ciudad Serdán. Para ella, convertirse en madre dentro de una cárcel le cambió la vida, al devolverle la esperanza de iniciar de nuevo y de formar una familia fuera de este lugar.

En el 2010, fue condenada a 20 años de prisión por homicidio junto con su hermana, por lo que ingresó al penal del municipio de Teziutlán, en donde dijo haber tenido todo tipo de experiencias, incluida la del amor, ya que tras ocho años de amistad con Jorge N. tuvieron un noviazgo, para después contraer matrimonio y del fruto de su unión, nació su hijo.

Duramos como tres años de novios y después fue cuando decidimos casarnos, y siendo novios ya teníamos el permiso de las autoridades correspondientes en el penal para que nos pudiéramos ver en un locutorio, en una visita o así, porque allá no es de tengo novio y ya, sino que hay que cubrir ciertos requisitos, tener buen comportamiento, participar, uno también se tiene que ganar las cosas”, dijo en entrevista Rosa N.

A los cinco meses y medio de embarazado, fue trasladada al Penal de Chalchicomula de Sesma, en donde nació su bebé. Compartió que el ver su carita todos los días y escucharlo decir “mamá”, la motiva para que pronto puedan salir y reencontrarse con su pareja, quien los espera en libertad, tras cumplir su condena.

La maternidad dentro del Penal de Ciudad Serdán se vive de una manera inclusiva para el bienestar de los menores | Melanie Torres

El inicio de una nueva historia

Rosa N. aseguró que no es nada fácil estar gestando dentro del penal, pero afirmó que el amor de una madre todo lo puede, por lo que espera que su pena sea reducida y salir al mismo tiempo que salga su hijo, ya que la Ley Nacional de Ejecución Penal, establece que los menores que acompañan a su madre privada de su libertad deben salir de las instalaciones una vez que cumplan tres años de edad.

“Espero salir antes de que nos tengan que separar por la edad, me faltan pocos años, ya que me quitaron algunos años por buena conducta y acciones que hice aquí dentro, yo solo espero volver a comenzar porque ya nos espera mi esposo y mis papás, que nunca me han dejado sola y a quien les debo mucho, por todos ellos voy a volver a construir una historia”, dijo.

Otro de sus sueños, es terminar su licenciatura en Derecho y con ello, ayudar a las mujeres que se encuentran en prisión, además de poner un negocio junto con su pareja.

El Penal de Ciudad Serdán cuenta con un área materno-infantil para el cuidado de los menores | Melanie Torres

En 2023, este lugar se convirtió exclusivo para mujeres y se especializó en el área materno-infantil, que tiene estancias individuales, baños, comedor, área de juegos, patio, zona de embarazadas y de lactancia. Todo el lugar está adecuado con puertas, ventanas y muebles convencionales para que los menores crezcan en un ambiente adecuado.

Sin embargo, una vez que cumplan la edad establecida deben salir de la cárcel para iniciar con su formación académica y una vida en libertad. En caso de que las reclusas no tengan algún familiar para encargar a sus hijos, los menores son trasladados a una casa de asistencia asignada por la Procuraduría de la Defensa de Niñas, Niños y Adolescentes del estado de Puebla.

Hijos de reclusas deben abandonar el Centro Penitenciario a los tres años de edad

Liliana Sánchez Rueda, directora del penal de Ciudad Serdán, reveló que el proceso de desapego se da en conjunto con esta institución, que gradualmente acostumbra a los pequeños a estar sin sus madres, para que continúen con su vida fuera de las instalaciones. Esto, con la finalidad de que tengan una correcta integración a la sociedad y con los familiares que tienen fuera del centro penitenciario.

“Y empieza saliendo el menor cada fin de semana y regresa, se va un día o dos días y regresa, y así poco a poco, gradualmente va siendo su salida hasta llegar al momento en que ya está preparado el menor como la persona privada de la libertad en conjunto con psicología por parte de la procuraduría así como del centro penitenciario”, señaló.
Los menores de edad permanecen con sus madres en los centros penitenciarios hasta que cumplen tres años | Melanie Torres

Rosa N. anhela salir junto con su bebé para revertir sus errores y crear un hombre de bien, ya que a su decir, esta experiencia será la lección de vida más dura que enfrentó gracias al amor de su familia y de su esposo.

“Yo le pido a mis papás que no se desesperen, que primero Dios vamos a salir y que pronto podremos ser esa familia que siempre fuimos”, finalizó.

Centro Penitenciario de Ciudad Serdán, la cárcel donde hay más reclusas con hijos

De acuerdo con el reporte de la Secretaría de Seguridad Pública que se encuentra disponible en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), existen 12 infantes cuyos rangos de edad van desde los cinco meses hasta los dos años y medio, que se encuentran viviendo con sus madres al interior de un penal.

La información de la dependencia estatal indica que solamente un niño cuya edad es de un año con tres meses, se encuentra con su madre de 17 años en el Centro de Internamiento Especializado para Adolescentes (Ciepa).

Liliana Sánchez Rueda, directora del penal de Ciudad Serdán | Melanie Torres

En relación con los menores que viven en el reclusorio de Ciudad Serdán, los datos de la SSP refieren que son ocho niñas, teniendo edades que van de los siete meses a los dos años y medio, mientras que sus madres oscilan entre los 26 y 37 años.

Asimismo, se cuenta con cuatro niños que viven en el centro penitenciario antes mencionado, cuyas edades están entre los cinco meses y el año de edad, mientras que sus mamás tienen de 20 a 36 años.

En entrevista con TELEDIARIO, Alejandra Acevedo Placeres, directora general de la organización civil Grupo Pro Niñez, indicó que recientemente se han mejorado las condiciones en las cuales se encuentran los niños y niñas que viven con sus madres al interior del penal de Ciudad Serdán.

Sin embargo, la activista consideró como un factor en contra el hecho de que todas las mujeres, incluyendo aquellas que son madres, hayan sido trasladadas a Ciudad Serdán, al complicar el acceso a algunos servicios como el de la defensoría legal y el médico.

Añadió que dicha situación también ha provocado complicaciones para que los familiares de las reclusas puedan visitarlas a ellas y a sus hijos, además de existir protocolos muy rígidos para ingresar alimentos durante las visitas.

“Se ha avanzado mucho, afortunadamente están en mejores condiciones los niños, sin embargo, el que estén tan lejos no es fácil (...) no es lo mismo que estén en Puebla a que estén en Ciudad Serdán, no es lo mismo una notificación en Puebla que ir a Serdán”, expresó.

En este sentido, confió en que se sigan generando condiciones para atender el tema, por lo que hizo un llamado al gobernador electo, Alejandro Armenta Mier, a que se continúe con la disposición de colaboración en dicho rubro.

Menores deben recibir acompañamiento tras separarse de sus madres

De acuerdo con lo establecido en el artículo 36 de la Ley Nacional de Ejecución Penal, se establece que los niños y niñas cuyas madres se encuentran privadas de su libertad, podrán permanecer con ellas en un reclusorio hasta los tres años de edad.

Esto con la finalidad de que se pueda garantizar el interés superior de la niñez y que continúen con un óptimo desarrollo.

“Las hijas e hijos de las mujeres privadas de la libertad, que nacieron durante el internamiento de estas, podrán permanecer con su madre dentro del Centro Penitenciario durante las etapas postnatal y de lactancia, o hasta que la niña o el niño haya cumplido tres años de edad, garantizando en cada caso el interés superior de la niñez”, se menciona.

Ante dicha situación, Alejandra Acevedo indicó que se tienen que generar programas que permitan darle continuidad a la atención que reciben los infantes al ser separados de sus madres cuando salen de prisión.

Esto al referir que se corre el riesgo de que se generen conductas violentas en ellos, ya que pueden desarrollar sentimientos erróneos sobre un presunto abandono por parte de su mamá.

“Cuando salen los niños después de estar en los centros penitenciarios hay muchos estímulos, no les da mucho tiempo de extrañar a su mamá pero si empiezan a desarrollar conductas violentas, ansiedad, incertidumbre y miedo”, declaró.

AGA

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