Vestidos con huaraches, naguillas, chalecos y penachos adornados con plumas, aproximadamente mil quinientos danzantes provenientes de San Luis Potosí, Zacatecas, Nuevo León, Coahuila, entre otros estados, acudieron la tarde de este domingo a la Gran Matlachinada Saltillo 446, donde miles de saltillenses se dieron cita en distintas calles de la Zona Centro con la intención de presenciar el danzar de los matlachines.
“Estaremos por las calles de Hidalgo, ahora vamos a agarrar la Plaza de Armas, la Nueva Tlaxacla por los arreglos que se están haciendo en el centro de la ciudad, pero el objetivo es reunir a la mayoría de los matlachines, nos acompañan de San Luis Potosí, de Zacatecas, Nuevo León, del interior de nuestro estado, pues ha crecido la matlachinada, el objetivo es que convivan y disfruten la tradición y que los vea el público, tenemos turistas de Monterrey o del interior y de la gente misma de Saltlllo porque ya se ha hecho tradición porque son 16 años de tener la Matlachinada, ahorita son entre 1200 y 1500 matlachines”, comentó Francisco Hernández Salazar, coordinador de la Matlachinada.
Recorrido que inició desde la parroquia del Santísimo Cristo del Ojo de Agua ubicada en la colonia Libertad y finalizó en la catedral Santiago Apóstol en el centro de la ciudad, dónde Monseñor Hilario González García, obispo de la Diócesis de Saltillo dedicó una oración para todos los presentes.
“Un saludo a todas las personas danzantes, esta danza autóctona religiosa en honor a nuestro padre Dios, de la Virgen , de los santos, nos recuerdan valores cristianos humanos que nos ayudan a superarnos, el esfuerzo, dedicación, disciplina y testimonio son valores que necesitamos hoy en día para ser mejores ciudadanos y cristianos y con ese testimonio animar a las personas a que se acerquen a Dios fuente de toda gracia y paz y los demás para servirnos con caridad, que esta bendición sea para todos los danzantes y para las personas que contemplarán estas danzas para que elevemos nuestro espíritu y nos sintamos bendecidos por Dios", señaló Hilario González García, obispo de Saltillo.
Apoyados con tambores, sonajas y arcos entonaron las distintas melodías características de cada región, iniciaron con el recorrido donde participaron niñas, niños y adultos danzando al ritmo de instrumentos.
JVS