Llega Santa Claus y chicos y grandes nos llenamos de alegría, los pequeñines recibiendo los regalos que pidieron en la cartita enviada al Polo Norte y los adultos recordado cuando tocaba estar en el lugar de los niños, recibiendo la Navidad.
El simpático hombre que trabaja arduamente durante un año en compañía de sus duendes para elaborar los regalos de todos los niños del mundo y entregarlos a bordo de su trineo la noche del 24 de diciembre no siempre es muy acertado con los regalos que piden los niños, sin embargo, siempre es una sorpresa el ver cómo los regalos bajo el pino alegran por completo la noche.
Es hasta el día 25 que los más pequeños del hogar pueden disfrutar de los regalos y juguetes, pues es un día de estar en familia y disfrutar de todas estas sorpresas.
“Santa me trajo un Nintendo y un carro de control remoto, me porté bien y más o menos le hice caso a mis papás”, comentó con una sonrisa en su rostro el niño Iván Medina.
En ocasiones, papá Noel olvida algunos juguetes y en otras los niños no se portan bien, por lo que los regalos se ven limitados, sin embargo, los menores se vuelven más felices al ver que eso por lo que se comportaron bien en el año aparece mágicamente en el arbolito navideño.
“Santa Claus me trajo estos zapatos, me trajo también esta mochila con cosas adentro y me trajo lo que le pedí, me porté bien”, señaló la niña Daytona Valadez, quien se mostró feliz con sus regalos de Navidad.
La ilusión de la Navidad tal vez no es la misma para todos, ya que los lugares en la mesa se van quedando vacíos, los abrazos se extrañan y los recuerdos pesan, sin embargo, el ver a un niño feliz, nos regalará siempre una esperanza de que todo puede mejorar.
JVS