Tras los microsismos que han sacudido a la Ciudad de México (CdMx) durante diciembre, Víctor Manuel Cruz Atienza, sismólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) no descartó que en los próximos días puedan ocurrir eventos parecidos en la misma zona.
En entrevista con EFE, el sismólogo mexicano explicó que puede tratarse de un "enjambre de movimientos telúricos" en la zona sur de la Ciudad de México.
Gracias a los temblores y terremotos que han sacudido a la entidad capitalina, la mayoría de sus habitantes viven con la constante preocupación que les producen estos siniestros, pues desafortunadamente las alarmas sísmicas instaladas en la CdMx recientemente no han sonado.
Por lo que, estos movimientos telúricos de baja magnitud se producen debajo del suelo de la urbe, mientras que algunos de ellos acontecen solo a un kilómetro de profundidad y provocan que no se activen las alarmas por su leve intensidad.
Microsismos en la Ciudad de México
El experto Víctor Manuel Cruz Atienza explicó que el microsismo de mayo del presente año y los de esta semana, se han dado en el sur de la ciudad, mismo lugar que en 1981 presentó “un enjambre de terremotos”.
Desde dicho año, existen trabajos publicados en los que se documentaron sismos locales de entre 1909 y 1969. Ante ello, Cruz Atienza, dijo que las fallas se están deslizando “lentamente en estos momentos” y formuló la hipótesis de que las “evidencias satelitales” lo confirman.
El 17 de junio de 2019, se registró un microsismo en el Panteón Dolores, el cual tuvo una aceleración máxima 310 gals (981 gals equivale a la aceleración de la gravedad). Cabe destacar que esta es una de las características que genera miedo entre la población, pues en primer momento el movimiento se siente de forma violenta por su aceleración.
Además este microsismo junto con el de mayo de 2019, generó dudas acerca del colapso de la Línea 12 delSistema de Transporte Colectivo (STC) Metro. Ante esto, la entonces jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, unificó la red sismológica del Valle de México.
No obstante, hasta el momento no se ha podido demostrar la relación entre las obras y los microsismos.
Por varios años, han existido teorías en las que se cuestionan los orígenes de estos movimientos, justo en un informe de 1991 se señaló que habría una posible correlación entre el “incremento de lluvias y los microsismos”, recuerdo Cruz Atienza.
“Fue que a partir del microsismo del 2019 hicimos un estudio publicado que postuló un escenario más grande de un sismo con epicentro en la misma ciudad de magnitud 5, unas 800 veces más grande que el de este jueves. Comprobamos cuál sería la aceleración en zona de lago central de la Ciudad de México. Las estimaciones sugieren que en ese terremoto, comparado con los del 1985 y 2017, la aceleración será mayor que la de aquellos sismos”, indicó el sismólogo.
Asimismo mencionó que el código de construcción de la Ciudad de México “elaborado tras el desastre de 1985” contempla que los edificios pueden soportar un terremoto de magnitud 4.7 bajo la ciudad. entonces, “los desarrollos urbanísticos sin control legal de las laderas de la gran urbe mexicana podrían estar en peligro”.
SCM