Actualmente, el comedor comunitario Durango Nuestra Esperanza se encuentra albergando a aproximadamente 120 migrantes provenientes de países como Honduras, Haití y El Salvador. Los cuales, por medio de donaciones de padrinos, llevan a cabo la limpieza del sitio, son los encargados de preparar los alimentos para quien se encuentre asilado, mientras, se llevan a cabo los trámites legales que les permitan partir a su lugar de destino o se les faciliten las oportunidades de trabajo en la capital.
Gerardo Rodríguez, encargado del centro, señala que dichos visitantes, son muy organizados y activos y que, inclusive, la mayoría ya no vislumbra al país del norte como la tierra de las oportunidades, ya que se han dado cuenta de que a lo largo de la República Mexicana existen muchos estados con una bolsa de trabajo atractiva
Sin embargo, la discordia no se ha hecho esperar, ya que, cierto sector de migrantes, si ha manifestado molestia con los encargados del comedor, debido a que estos no pueden proveerlos de algunos productos como leche o papilla para poder alimentar a sus hijos recién nacidos.
Los lapsos en el albergue no suelen ser prolongados, casi la mayor parte de migrantes que arriban al sitio, solo permanecen de 2 a 8 días, o incluso, únicamente pasan una noche y posteriormente parten hacia otro punto del país.
La ayuda por parte de los encargados o proveedores de este tipo de refugios, hasta el día de hoy, ha podido brindar a los haitianos una estadía decente sin necesidades de lujo. Sin embargo, los recursos almacenados poco a poco han ido disminuyendo en sus alcaneas, por tal motivo, los mismos, realizan un atento llamado a la sociedad duranguense, para poder continuar aportando víveres o textiles que faciliten la estadía de los visitantes extranjeros.
Las personas interesadas en realizar cualquier aportación al sitio, pueden acudir de manera directa a la colonia El Ciprés sobre la avenida ubicada a un costado de las vías del ferrocarril.