Este sábado por la noche arribaron a Torreón decenas de migrantes con la intención de seguir su ruta para cruzar a estados unidos y cumplir el sueño americano.
Aunque la mayoría logró irse de la ciudad el domingo en la mañana, algunos más permanecieron al interior de los patios de Ferromex, en el centro comunitario Santiago Apóstol y en la colonia Eduardo Guerra.
Paola Rodríguez García, coordinadora del centro comunitario, detalló que diariamente arriban miles de migrantes a la ciudad, por lo que pidió colaboración de la ciudadanía con la donación de ropa invernal en buen estado.
La encargada del centro dijo que aunque muchas personas se han acercado a realizar donativos, no siempre son suficientes, pues la llegada de migrantes es contínua y agota los recursos de los centros dedicados a la beneficencia y apoyo.
Ante esta situación, invitó a la ciudadanía a donar ropa en buen estado, principalmente chamarras, suéteres, abrigos gorros y guantes para hombre, mujer y niños.
También a apoyar con donativos de artículos de higiene personal tales como toallas sanitarias, pañales, papel higiénico y toallas húmedas.
Las personas interesadas pueden acudir directamente al centro comunitario Santiago Apóstol ubicado en la colonia ampliación Santiago Ramírez, o bien a la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima, ubicada en la colonia Braulio Fernández Aguirre.
Crisis migratoria en América Latina
Durante septiembre la crisis migratoria se acentúo en La Laguna cuando miles de migrantes quedaron varados en los Torreón, luego de que Ferromex decidiera detener temporalmente algunos trenes de carga, por el riesgo al se enfrentan las personas que viajan en él para cruzar México y llegar a Estados Unidos.
La situación en Venezuela se ha deteriorado en los últimos años, con una inseguridad creciente, escasez de alimentos y servicios esenciales, y la falta de oportunidades que ha obligado a más de 7 millones de venezolanos a dejar sus hogares en busca de un mejor futuro, según el reporte de migración. La llegada de miles de migrantes a Torreón pone de relieve la magnitud de esta crisis regional y la urgente necesidad de una respuesta internacional.
Entre los migrantes se encuentran niños y niñas de todas las edades, quienes, al igual que sus padres, luchan contra condiciones extremadamente precarias en su búsqueda de una vida más segura y próspera.
La travesía es especialmente ardua, ya que deben soportar hambre, sed, frío y el intenso calor mientras viajan a bordo de "La Bestia", la máquina ferroviaria que, a menudo, se convierte en su aliado y su mayor peligro durante semanas o incluso meses de viaje.
La llegada de estos miles de migrantes a Torreón plantea desafíos humanitarios y políticos tanto para México como para la comunidad internacional, pues se necesita una respuesta coordinada y compasiva para abordar las necesidades de estas personas y encontrar soluciones a largo plazo que aborden las causas fundamentales de la migración forzada en la región.
Sgg.