La muerte de Monserrat, una madre de familia de aproximadamente 40 años, ha puesto nuevamente bajo la lupa a la clínica MaxMedic, ubicada en la alcaldía Miguel Hidalgo, Ciudad de México.
Lo que debió ser una cirugía de emergencia para retirar una piedra en la vesícula terminó en una tragedia que dejó a siete hijos en la orfandad y reveló una red de presunta negligencia médica y extorsión.
Monserrat falleció tras recibir constantes inyecciones tras cirugía
De acuerdo con los testimonios, Monserrat ingresó al hospital en abril para una intervención que duró cuatro horas; sin embargo, al salir del quirófano, sus familiares notaron que presentaba un sangrado abundante en el abdomen y una mirada perdida.
A pesar de esto, el personal de enfermería ignoró las señales de malestar, minimizando la gravedad de su estado e ignorando los cuestionamientos de la familia.
La muerte de Monserrat ocurrió tras una noche en la que se le administraron constantes inyecciones, su pulso disminuyó drásticamente hasta que falleció al día siguiente.
La situación se intensificó para la familia tras el deceso, pues el doctor Carlos Ortigoza Sequeiros, identificado como dueño de la clínica, condicionó la entrega del cuerpo de Monserrat.
Según denunció su esposo, Miguel, el médico le exigió el pago de 32 mil pesos y lo obligó a firmar un pagaré en blanco para liberar los restos, argumentando que debía retirar a los familiares que protestaban afuera del recinto para no espantar a otros pacientes.
En total, la cuenta por el fatal procedimiento superó los 100 mil pesos, descartando los gastos múltiples por el deceso de la mujer.
Familia de Monserrat interpuso una denuncia a pesar del miedo a represalias
Este caso está estrechamente vinculado a otras irregularidades en la clínica, como el caso de Fernanda, una adolescente que sufrió un derrame cerebral en las mismas instalaciones tras una rinoplastia.
Las investigaciones han revelado que Yasmín Martínez, quien se ostentaba como anestesióloga en las cirugías, es en realidad licenciada en administración y dirección, careciendo de cualquier estudio médico para asistir en procedimientos invasivos.
De acuerdo con Carlos Jiménez en C4 en Alerta, a pesar de haber sido clausurada previamente, la clínica continuaba operando de manera irregular.
Por estos hechos la familia de Monserrat, que inicialmente no denunció por miedo a represalias, finalmente presentó una denuncia formal ante la Fiscalía General de Justicia el 19 de diciembre.
Con dicha denuncia los familiares de la víctima buscan que los responsables enfrenten penas de cárcel y que estas negligencias no queden impunes.
TEHV