Tomar la decisión de ser un elemento del Ejército Mexicano no es nada sencillo; así como destinar su vida para velar por la seguridad de los demás; esto, sumado al esfuerzo por ser el mejor ejemplo como mamá. Así es como cientos de mujeres con profesión militar viven su día a día, dándolo todo por los demás.
Pasaron muchos años para que las mujeres pudieran obtener derechos de igualdad jurídica, social y política; sin embargo, la disciplina y constancia, han sido la fórmula perfecta para que mujeres como Maribel García, Diana Morales y Betaríz Rosette, se hayan convertido en un ejemplo como féminas dentro de un sector catalogado para hombres.
Hace 31 años por un anuncio de periódico, Maribel García Oñate, ahora Sargento Segundo Auxiliar de Contabilidad, tomó la decisión de unirse a las Fuerzas del Ejército Mexicano sin darse cuenta de que sería la mejor experiencia que le ha dejado la vida, esto pese al cansancio y demanda excesiva que es servir para el pueblo.
“Es que no es un trabajo común, el ser militar es estar las 24 horas de todos los días, tienes que estar localizable, si te mandan de comisión te tienes que ir, si te mandan tres meses a una auditoría pues te vas, no es de que tengas un horario y te retiras. Ser militar es estar las 24 horas”, explicó.
Sin importar las exigencias, las rutinas, las reglas y sobre todo el cambio drástico en el estilo de vida de ella y su familia, Maribel García hoy celebra esa decisión, pues después de 11 años de haber ingresado a la corporación, la meta de dar sus dos hijos una mejor calidad de vida, y sobre todo enseñarles valores se está cumpliendo.
“Siempre está uno en esa disyuntiva, uno tiene que trabajar tiene que anteponer el servicio a todo lo demás y de repente quisiera uno estar con los hijos y a veces hay que faltar a cumpleaños; hay que faltar a ceremonias, festivales pero es parte de los mismo, si uno está aquí también es por ellos para que tengan una mejor calidad de vida, para darles una buena oportunidad”, dijo.
Oriunda de la Ciudad de México y siendo hija de un militar, Diana Laura Avilés Morales llegó a la ciudad de Irapuato para servir como enfermera. Apasionada por su labor, explicó que el camino que ha recorrido no ha sido nada fácil, luchar contra la soledad y acostumbrarse a la disciplina que se exige ha sido lo más complicado, pero su objetivo ha sido claro y la recompensa emocional de hacer un buen trabajo ha sido su mayor satisfacción.
“Me llena de orgullo, ser enfermera para mi es lo mejor, desde pequeña quería ser enfermera, mi papá es militar y por eso es que yo decidí ingresar al ejército, me ha costado trabajo, pero también me ha gustado mucho el hecho de aprender cosa y que no sea un trabajo rutinario porque no todos los días venimos y hacemos lo mismo”, refirió.
Como todo en la vía hay días complicados, pero para Diana Laura su principal motor para seguir adelante es su hija Danna y su familia de quienes siempre tuvo el apoyo para poder lograr lo que hoy es. Pese a ser complicado verlos de manera constante para la joven es momento un sacrificio del que está aprendiendo pues gracias a la dedicación en su labor ahora se encuentra con una estabilidad económica mejor que dice en un futuro ayudará en la educación su bebé.
“Mi familia y mi hija es lo que me impulsan día con día y pues a veces haces algunos sacrificios, pero luego tienes en cuenta que estas en un buen trabajo, estable y aunque es exigente también se obtienen muchos beneficios”, indicó.
Beatriz Rosette Rivera, de apenas 26 años de edad y con un bebe de apenas un año, se ha convertido en la Teniente de Fuerza Aérea Meteorología quien se encarga de dar condición a las aeronaves, así como de las acciones de despegue y aterrizaje es una de las más jóvenes pero que en su labor ha demostrado la capacidad para dirigir.
“Es una motivación que tengo desde que era niña el ver las aeronaves, incluso crecer cerca de mi papá que él trabajaba en este medio también, ha sido una motivación desde niña”, comentó.
Entre lo más satisfactorio de su trabajo, explicó que ha sido poder darle a su hijo un estilo de vida cómodo y a la par, saber que su labor ha beneficiado a decenas de personas que lo han necesitado.
“El estar tan cerca de la población ayudando en las inundaciones ver a las personas y ayudar con las crisis en las que están pasando, las personas son muy agradecidas para con nosotros también, entonces ver esas expresiones y ver el agradecimiento que tienen eso me llena mucho” comentó.
Las mujeres constituyen un componente fundamental para la construcción de la paz en los territorios y hoy en día, ellas son enfermeras, pilotos, aviadoras, médicas, ingenieras y administrativas militares, pero también son madres, hermanas y mujeres que luchan por ser mejores y darlo todo por los demás.
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