Este domingo, la misa en Catedral de Puebla estuvo dedicada a orar para que disminuya la ola de violencia, feminicidios y abortos; también se pidió por la recomposición basada en valores y alejada de la cultura de la muerte.
El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa lamentó que en el estado se estén presentando feminicidios y lamentó el asesinato de una mujer en Palmar de Bravo, cuyo cuerpo se mantiene sin ser identificado; así como la aparición sin vida de Rosa María López, menor de 15 años que fue vista por última vez el domingo 20 de marzo y quien salió de su domicilio para acudir a su centro de trabajo.
“Tristemente, estamos viviendo en una sociedad que poco a poco se ha ido alejando de Dios. Lo estamos viendo con todo lo que estamos experimentando y viviendo, la violencia, la guerra, los feminicidios. Yo hoy me informé de dos nuevos feminicidios, muy notables de Puebla, en Palmarito y en Cuetzalan de jovencitas desaparecidas y que después aparecen muertas”, lamentó Sánchez Espinosa.
El líder de la grey católica en Puebla lamentó que se esté presentando un clima de violencia en la sociedad del estado, del país y del mundo ante una cultura de la muerte en donde se desprecia la vida y solo se valoran los viene materiales.
“En qué cabeza cabe la violencia, la guerra, los feminicidios, el aborto ¿por qué esa cultura de la muerte? Pero nuestra sociedad, tristemente, está viviendo eso y nosotros lo estamos viendo. Poco a poco esa sociedad a la que pertenecemos se ha ido alejando de Dios”, destacó.
Para Sánchez Espinosa, la sociedad actual ya tocó fondo y se está causando tristeza, dolor y sufrimiento a las familias en medio de un vacío existencial en las personas que deja la cultura del desprecio a la vida y de la destrucción.
“Parecería que esta sociedad está tocando fondo, esta sociedad en la que estamos viviendo está tocando fondo. Ya más de lo que estamos viendo, sería mucho más triste. Si vemos las noticias de la guerra, cuánto sufrimiento, cuánto dolor, cuánta muerte, por unos cuantos. Entonces, para mí esta sociedad está tocando fondo y se interna en ese vacío existencial que va dejando la cultura actual que estamos viviendo, una cultura de muerte, de desprecio a la vida, de destrucción. Es triste decirlo, una cultura sin Dios y ese vacío no se llena con cosas materiales”, apuntó.
Durante la misa del cuarto domingo de cuaresma, Sánchez Espinosa llamó a comenzar un cambio interior para que cada persona se convierta en una mejor versión de sí mismo y apoye a quienes están enfrentando mayores sufrimientos.
IGO