Los restos de la joven Rubicela Gallegos Castillo, una de las -al menos- 19 víctimas de "El Caníbal" o "El Monstruo de Atizapán (Estado de México), fueron sepultados esta tarde en el panteón municipal San Jorge, de Monterrey.
El féretro llegó en la mañana a la ciudad, y durante dos horas se llevó a cabo el velatorio en una funeraria de la colonia San Bernabé.
Semanas después de que llegó a la zona metropolitana de la Ciudad de México para trabajar en una empresa, la mujer de 32 años desapareció en julio de 2019, y en mayo de 2021 sus restos fueron encontrados enterrados, junto a los de otras víctimas, en la casa del homicida, Andrés Filomeno Mendoza, de 72 años.
El 11 de noviembre del año pasado la Fiscalía Mexiquense confirmó, con estudios periciales de ADN, la identidad de la vecina de la colonia CROC, y fue hasta este viernes por la mañana que el personal de la citada institución trajo los restos a Monterrey.
Los restos de Rubi, como le decían de cariño a la madre de familia, fueron velados sólo un par de horas, y poco después de las 13:00 horas les dieron cristiana sepultara.
El señor Armando Gallegos, padre la joven, dijo sentirse satisfecho porque, por fin, su amada hija descansará en paz.
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