Carlos, un joven de San Luis Potosí que vino buscando mejorar su calidad de vida en Nuevo León terminó siendo víctima de un accidente vial.
Un atropello, en el cual el conductor “responsable” huyó del sitio, lo dejó tirado; y ahora, a cinco años de ello, su movilidad es por medio de un andador y requiere aún de otra operación en su pierna derecha.
Carlos es uno más de los cientos de migrantes nacionales o extranjeros que reciben apoyo en el lugar, y cuya historia se escribe día a día gracias a la generosidad de la comunidad regia.
“Soy de San Luis (Potosí), aquí estoy radicando, nomás que hace cinco años tuve un accidente, un carro me atropelló, me arrastró como dos cuadras, estuve como un año hospitalizado”.
“Y aquí el padre me está ayudando con quedarme aquí, con alimento, regadera, con todo, aquí el de la Goretti”, compartió.
¿Cómo es tratado por los regiomontanos?
A pesar de lo lamentable de su situación, señaló, la gente de la ciudad lo ha tratado muy bien. Sobre todo, dijo, cuando llegan a las afueras de la Casa INDI las personas en sus vehículos a regalarles todo tipo de cosas que requieren.
“La verdad la ciudad me ha tratado muy bien, Monterrey me ha tratado muy bien, aquí vienen carros y camionetas y nos regalan comida, ropa, agua”, dijo.
¿Se quedará a vivir en Nuevo León?
En cuanto a su salud, recalcó, la intención es poder dejar el andador que los sostiene. Mientras que, sobre su futuro, adelantó, el plan es mantenerse en Nuevo León, a pesar de que aún no consigue trabajo por su problema en las piernas.
“Me falta una operación en la pierna derecha para dejar este andador”.
“La idea es seguir aquí en la ciudad, aquí en el albergue, ahorita no hay forma de trabajar, así como estoy no”, comentó.
Por último, manifestó, el recuerdo que aún perdura del accidente del cual fue víctima es que la persona que iba al volante del vehículo que lo arrolló, huyó del lugar.
“¿El conductor? Huyó, ahí me dejó tirado, acá por Mitras Centro, nomás se van, le siguen ellos”, aseguró.
elmm