Luego de que se reportará la presunta muerte por causas naturales de un civil al interior de la comandancia de Huauchinango, pobladores pidieron que se investigue el caso para descartar que el hombre haya perdido la vida en condiciones de violencia.
Aunque fue el pasado martes cuando se informó sobre la muerte de Pablo González H., de 38 años, hombre que presuntamente había sido señalado como responsable de intentar robar el día 7 de agosto, fue hasta su muerte que los pobladores del municipio de Huauchinango comenzaron a preguntarse por la forma en que murió.
Y es que, aún cuando se informó que Pablo simplemente fue localizado inerte dentro de una celda, fue a través de redes sociales como se esparció el rumor sobre un posible homicidio doloso a causa de golpes o tortura.
Es importante señalar, que hasta el momento no hay una fuente oficial que confirme lo expresado por este sector de la sociedad que acusa a los agentes locales de haber cometido un crimen.
No obstante, al haber muerto dentro de la comandancia y haber sido certificada su muerte por la Cruz Roja, hay facultades suficientes para que la Fiscalía General del Estado (FGE) realice una investigación sobre el caso.
Serán las autoridades correspondientes quienes expliquen las circunstancias de la muerte de uno de los internos, por otro lado se espera que la familia del hombre se manifieste al respecto.
Qué pasa cuándo una persona muere en la cárcel
De acuerdo con el conjunto de Principios para la protección de todas las personas sometidas a cualquier forma de detención o prisión en su artículo 34 estipula que:
“Si una persona detenida o presa muere o desaparece durante su detención o prisión, un juez u otra autoridad, de oficio o a instancias de un miembro de la familia de esa persona o de alguna persona que tenga conocimiento del caso, investigará la causa de la muerte o desaparición”.
Con esto se busca evitar que existan violaciones a los Derechos Humanos para las personas que por diversas causas, han sido privadas de la libertad.
ERV