Vestida de color rosa, con la mirada cansada y sosteniendo la imagen de su hijo desaparecido el 9 de junio de 2022 en El Salto, Jalisco, Xóchitl Ovalle rompe en llanto porque todavía no ha podido darle sepultura a pesar de que su cuerpo fue localizado cinco meses después en una fosa clandestina.
“Trato de reconocer sus restos y queda reconocido totalmente, pero por parte del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses no ha habido avances. Desde diciembre salieron muchas partes positivas y hasta la fecha sigue faltando un antebrazo, voy cada semana y sólo me dicen que están trabajando”, explicó Xóchitl.
Alan Ismael Pedroza tenía 25 años cuando desapareció, ese día estaba en su casa, en el fraccionamiento Parques del Castillo, en El Salto, y salió a comprar comida para su novia Gabriela, pero ya no regresó.
El 15 de noviembre de 2022, el cuerpo de Alan fue encontrado por otro colectivo de familiares de personas desaparecidas y ocho días después, Xóchitl reconoció el cuerpo segmentado de su hijo.
“Pues es mi hijo verdad, y como mi hijo que es, a mí me duele, y yo no estoy pidiendo nada sólo que me lo entreguen porque yo no puedo hacer nada, no sé realmente qué pasó y solamente quiero que me lo entreguen, y en mi desesperación ya van cinco meses de que fue encontrado y que todas las partes fueron positivas y no han podido entregar eso, es lo único que yo pidiera que me ayudaran”, dijo la madre.
Al igual de Xóchitl, otra de sus compañeras del colectivo Luz de Esperanza, que por cuestiones de seguridad prefirió mantenerse en el anonimato, también está viviendo lo mismo: el cuerpo de su hijo fue localizado en la misma fosa que Alan.
La única parte de su cuerpo que falta por identificar es el cráneo, lleva meses en el Semefo, pero reclama que no se lo han entregado.
“Esta es mi misma situación, una compañera donde estuvo su hijo en la misma fosa que el mío. Hace falta que sea positivo al ADN su cráneo, y no hay avances y entra uno en la desesperación”, explicó la madre de Alan.
Xóchitl acude cada ocho días al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses., y ella afirma que la excusa que le dan para no entregarle el cuerpo de su hijo es que las confrontas genéticas no están listas.
Desde el 23 de noviembre, Xóchitl regresa a casa desilusionada, cansada, angustiada y desesperada. Le prometió a Alan encontrarlo, ya lo cumplió, pero no ha podido llevar su cuerpo de vuelta con su familia para darle una sepultura digna.
AA