La señora Irene Sánchez, de la colonia Alcalde Barranquitas, en Guadalajara, tiene miedo de que su barda no pueda ser restituida después de que el árbol que estaba en su jardinera cayó y la derribó, así como cables de luz.
Para Irene, no tener barda la hace más vulnerable a que los ladrones entren a su casa, por lo que pide de forma desesperada al ayuntamiento de Guadalajara que le ayude a reconstruirla.
“Mi barda, y el tronco, porque me da inseguridad, entonces que me hagan el favor de apoyarme porque no tengo los medios, los recursos para poder yo hacer reparaciones, están viendo mi casa y todo, y yo agradezco la atención que tienen ustedes porque desde ayer están pendientes de mí”, comentó Irene.
Doña Irene ya había pedido al ayuntamiento que cortaran su árbol desde antes que cayera, porque lo veía seco, pero lo querían cobrar cinco mil pesos, dinero que no tiene.
Después de que se cayó el árbol con la lluvia el 15 de julio, las autoridades se llevaron las ramas pero dejaron el tronco.
“No, no me comentaron si se lo iban a llevar, simplemente llevaron las ramas y nada más”, dijo.
Tampoco había sido restituido el servicio de electricidad por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la casa de doña Irene hasta la mañana del lunes.
“No, nada más yo me quedé sin luz, la mayoría que estaban conectados”, mencionó.
¿Qué pasó con el árbol?
Los fuertes vientos que acompañaron la lluvia el 15 de julio, causaron que un árbol de aproximadamente 10 metros de altura cayera y derribara los cables de la CFE de Alcalde Barranquitas, pero además tumbó la barda de la señora Irene, sobre Fray Junípero Serra y Torres Quintero.
“Yo pedí a tiempo que lo pudieran podar y eso, pero no tuve los recursos económicos para pagar a Parques y Jardines, y mire lo que acaba de suceder, se cayó sobre mi barda”, dijo Irene.
Como la señora no tiene dinero para comprar cortinas, colocó cartones en sus ventanas para que no vean el interior de su casa, pero aun así, Parques y Jardines no hizo la poda del árbol porque ella se negó a pagar los cinco mil pesos solicitados.
“Nosotros procedimos a seccionarlo, y a dejarlo en un lugar fuera de riesgo para que posteriormente personal de Parques y Jardines hagan su recolección y a su destino final”, indicó Ernesto Fontanillo, bombero de Guadalajara.
Y es tiempo de que doña Irene sigue con el tronco en su finca y la barda destruida.
AA