A causa de una negligencia, el negocio que con tanto anhelo emprendió Sara Mendoza hace un año en Guadalajara, se derrumbó, llevándose consigo parte de la barda en donde solía vender tacos de barbacoa y chicharrón.
Fue el 7 de enero, alrededor de las 13:00 horas, cuando sobre la calle Gregorio Dávila #784 A, en la colonia Santa Teresita, de Guadalajara, la construcción contigua al local de Sara Mendoza colapsó.
“Yo solamente vi cuando colapsa el techo, se ve el techo, el muro y demás, rápidamente voy a ver cómo están los clientes, estaba mi mamá, estaba mi hija”, dijo Mendoza.
Se trató de una negligencia debido a que antes del colapso, Sara Mendoza ya había reportado en diversas ocasiones la presencia de grietas en la barda que estaba al lado de su negocio ‘Antojitos Tapatíos’, sin embargo, continuaron con las obras, y ahora, la mujer no sabe cuándo podrá volver a trabajar.
“El negocio, tengo un año y cachito y operando, ya más o menos iba subiendo la clientela, y así con esto se vio truncado mi emprendimiento (…) Todavía no he pensado realmente qué es lo que voy a hacer”, explicó Sara.
Al interior del negocio se quedó el patrimonio de Mendoza, ya que después del colapso únicamente pudo salvar su teléfono celular y un bolígrafo debido a que no le permitieron volver a ingresar. Dentro también se quedó la carne para prepara los tacos, otros insumos y mobiliario.
De acuerdo con Protección Civil, el inmueble se encuentra inhabitable, la finca fue clausurada y existe un acordonamiento que impide el paso debido al riesgo de más colapsos.
“Ahorita todavía no tenemos a ciencia cierta qué es exactamente lo que se va a hacer, puesto que estamos esperando el dictamen de un perito (…) Por parte de Protección sí nos dijeron que en dado caso, una demolición controlada”, mencionó Sata.
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Hasta el momento, Sata está a la espera de que se terminen de evaluar los daños y que el propietario de la finca colapsada pague por las afectaciones, ya que además del daño material también se suman los destrozos económicos que tendrá por el tiempo que se quedará sin poder trabajar.
Acerca de la otra finca, los moradores confirmaron que de acuerdo con la evaluación realizada el 7 de enero por Protección Civil, no existe ningún riesgo.
AA