Cada mañana, Carolina se levanta de madrugada para estar en la Delegación Alamey, de la Secretaría de Servicios Públicos de Monterrey.
En el Departamento de Barrido Manual, a diario se esfuerza por mantener limpia la ciudad, a pesar de la falta de cultura de muchas personas que siguen ensuciando.
No está de más recordarle a la gente que este lunes 8 de agosto se celebra en nuestro país el Día Nacional del Barrendero, aquellos nobles seres que casi nunca nos detenemos a mirar, pero que cumplen una función indispensable y fundamental en una ciudad como la nuestra.
Carolina Gloria Robles empezó hace 23 años. Sin el esposo que la abandonó, con tres hijos, el menor recién nacido y enfermizo, acudió en busca de trabajo a Barrido Manual de Monterrey.
Más de dos décadas de esfuerzo, con altibajos, pero siempre con el deseo de salir adelante, en un trabajo que pudiera parecer fácil y liviano, pero que en realidad es complicado y pesado a la vez.
Al trabajar en la zona centro, llegan a tratar con todo tipo de personas.
A pesar del calor de más de 40 grados, del sol inclemente y de los montones de basura, Caro no pierde el estilo: Sus cejas y párpados delineados demuestran que se preocupa por su apariencia.
Al ciudadano que la ve en este momento, le pide ser más limpio y ordenado, para tener una ciudad agradable y digna para todos.
Si este lunes se topa con algún barrendero... felicítelo! Y, ¿por qué no?, entréguele un detalle, aunque sea un pequeño obsequio, como reconocimiento a su noble labor.
mvls