Sonia Ramos Ramírez es una madre soltera con diabetes que tiene cuatro hijos con discapacidad, por lo que con el talento y el arte que sus manos poseen, ha realizado muñecas ‘fofuchas’ para venderlas o intercambiarlas por despensa para poder mantenerse a ella y a sus niños.
La mujer vive en Tlajomulco de Zúñiga, y platicó que tiene un niño llamado Eduardo, de cinco años, que tiene síndrome de Down, autismo, le diagnosticaron dos soplos en el corazón y enfermedad tiroidea.
También cuenta con otra niña que tiene hidrocefalia, retraso psicomotor y mental, además de que en ocasiones se convulsiona. Otra de sus hijas, de 18 años, no escucha, mientras que otro pequeño de 14 años, tiene trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
“Yo, este, pues me acaban de diagnosticar hace un mes con diabetes, hígado graso y tengo problemas de ciática y una hernia, no me han podido operar por lo mismo de la diabetes”, explicó Sonia Ramos.
Esto es un poco de la historia de Sonia y su familia, la situación en la que viven es complicada, no les alcanza para electrodomésticos, ni para la comida, y mucho menos para medicamentos.
“Yo me he dedicado a vender dulces en los camiones, casi toda mi vida, me pongo a vender ropa usada. Sí, sí es muy difícil salir adelante, pues tengo que llevarme a los dos niños más delicados de salud y la niña, se quedan dos, me llevo dos, y pues trato de echarle ganas y salir adelante”, mencionó Sonia.
La mujer detalló que en ocasiones se ilusiona porque sale de su casa con la esperanza de regresar con algo de comida para sus hijos, pero no siempre logra conseguir alimentos o dinero.
“Llega uno aquí a casa, y ‘mamá, ¿qué hay de comer?’ Entonces ahí es cuando se te apachurra el corazón. Y ya pues busco qué hacerles de rápido, y dice bueno, que coman ellos, ya si queda algo, pues como yo, si no pues me lo brinco, y pues ya Dios dirá”, manifestó.
A Sonia le hace falta un refrigerador y una estufa, mientras que las puertas de algunas habitaciones las ha sustituido por tarimas, y sus colchones ya son muy viejos.
A pesar de que ella refiere que gracias al apoyo de la gente y no del gobierno, ha podido sacar a sus hijos adelante, así como al talento que posee para realizar arte en fomi que se ve reflejado en las muñecas.
“Se llaman fofuchas, es arte en fomi, yo me dedico pues a hacerlas, ya tengo 10 años haciéndolas. Las vendo en 250, miden 30 centímetros, pero ahorita que no hay venta las he estado cambiando por despensa o pañales, en el valor de la muñeca, toallitas húmedas, leche de caja, que no ocupe refrigeración”, explicó.
Para Sonia, sacar a sus hijos adelante es su mayor motivación, y aunque el panorama es complicado, el amor y la unión en su familia los mantiene en la lucha.
“A veces me abrazan y me dicen ‘mami, te quiero mucho, mami échale ganas’, o de mi bebé Down, que llega y me acaricia mi cara y me dice que me ama”, dijo Sonia.
AA