En el municipio de San Gabriel Chilac, Puebla, se ubica el Museo del Agua, un lugar en el que buscan concientizar a la sociedad y a las nuevas generaciones en el uso, abastecimiento, aprovechamiento y cuidado de los recursos hídricos. Por lo que a través de juegos, cursos, talleres y un divertido recorrido por sus instalaciones los participantes conocerán su historia, opciones de almacenamiento y su aplicación en los campos de cultivo de esta región.
En entrevista para MULTIMEDIOS Puebla, Gisela Herrerías, directora del programa 'Agua para siempre' y cofundadora del recinto, afirmó que la misión de este espacio es rescatar algunos usos del Sistema Hidroagroecológico más antiguo de Mesoamérica, que inició en esta región, a través de la riqueza de la naturaleza, el avance tecnológico y la regeneración ecológica para beneficiar a diversos sectores.
Desde 1999 se estableció este museo dedicado al tema del agua en todo el país, que busca visibilizar la conservación de los suelos y la regeneración de cuencas con una mayor disponibilidad de agua. Fue en 2004 que trasladó sus instalaciones al Valle de Tehuacán, en la que impulsa una cadena agroindustrial de empresas sociales y cooperativas para su uso y enriquecer a los campos de cultivo, sobre todo de maíz y amaranto.
¿Dónde está y cuánto cuesta ir al Museo del Agua en Puebla?
El Museo del Agua está ubicado en el kilómetro 63 de la autopista Tehuacán-Oaxaca, en el municipio de San Gabriel Chilac.
El costo de la entrada general es de 40 pesos; sin embargo, hay un descuento de 10 pesos para docentes, estudiantes y adultos mayores, por lo que su tarifa es de 30 pesos para su ingreso, que incluye un guía en el recorrido, códigos QR en la mayoría de sus espacios.
En las instalaciones existe todo tipo de flora y fauna de la región, además se pueden realizar actividades al aire libre, además, hay comedores y una tienda en la que promocionan artesanías de la región.
El recorrido tiene una duración de una hora y media a dos, incluidas las actividades en una maqueta de una cuenca y al menos un taller para que los asistentes se adentren en este tema del cuidado del agua. La principal atracción es crear canales, ollas de agua y presas en un mini escenario de una montaña con piedras, arena y materiales para la concentración del líquido.
“Una pequeña maqueta de una cuenca donde empieza a llover y los niños tienen que construir esos pequeños retenes, para que se entienda como funciona este tema de la regeneración ecológica”, dijo Gisela Herrerías en entrevista para Multimedios Puebla.
Mediante las tecnologías demostrativas se busca que se inculque el triple uso del agua en la creación de espacios de retención, almacenamiento y uso para el sector de cultivo, sanitarios, limpieza o filtrarla para convertirla en potable, lo que generará más agua y mejores suelos en zonas semiáridas.
“Estamos haciendo diferentes actividades como papel reciclado, cocina con amaranto que es otro de nuestros programas, hacemos huellas de animales para resaltar el tema de la biodiversidad, tenemos la capacitación en el huerto, como producir verduras cada quien en nuestra casa”, señaló en entrevista.
Canales y presas de Tehuacán
La presa Purrón fue construida hace más de 2 mil 760 años, la cual funcionó por más de mil 500 años, sus dimensiones son de 400 metros entre los cerros, 100 metros de base de sustentación, 18 metros de alto y con una capacidad de almacenamiento de 2.5 millones de metros cúbicos de agua.
Así mismo, los vertederos para el almacenamiento de agua purificada, que permiten el paso del líquido creando una reserva para garantizar el abastecimiento de agua para un población durante todo un año.
Por su parte, el canal de Santa María que tiene una longitud de tres kilómetros, abastece de agua desde la zona de los partidores hasta la cueva, y de esa zona hacia las terrazas agrícolas ubicadas al otro lado de la presa.
Uno de los usos del Sistema Hidroagrecológico que sigue vigente en Tehuacán, son las galerías filtrantes de agua, que abastecen a los campos de cultivo de la zona a través de un canal que recorre kilómetros debido al almacenamiento del líquido que baja de los cerros por la lluvia y la vegetación.
“Consiste en hacer minería del agua, es perforar un cerro para interceptar el agua que se viene infiltrando y sacarla por un canal, esa agua está saliendo por ese canal 24 horas al día, la organización social para dividir esas 24 horas de agua, también es muy interesante y muy impresionante”, señaló la entrevistada.
De igual forma, las distintas formas de bombear el líquido vital de una forma manual qué todavía se puede seguir aplicando en los hogares.
“Tenemos diferentes tipos de bombas todas son bombas para elevar agua y la característica de todas ellas es que no usan gasolina, se usa aire, la fuerza humana, el sol y la caída de agua, son alternativas qué tenemos para bombear con energía limpia”, finalizó.
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