Por más de cinco generaciones, la familia Ramírez ha realizado figuras de nacimientos y niños Dios para ganarse la vida y también para preservar sus tradiciones. Con imágenes pequeñas y monumentales, han logrado sobresalir a través de su representación sobre lo celestial.
En Amozoc, gran parte de sus artesanos que han cultivado el don de moldear el barro en algún momento han visto en las figuras eclesiásticas como una oportunidad para comercializar su trabajo.
José Luis Ramírez Corona, actual líder de la “Juguetería Luis”, relata que aunque hace al menos 20 años cerca del 90 por ciento de artesanos dedican parte de su trabajo a la elaboración de piezas católicas, en la actualidad la cifra se ha reducido a un 60 por ciento.
Este artesano asegura que el moldeado del barro es algo que se tiene de raíz en Amozoc. Él es la quinta generación de productores de este negocio familiar, mientras que sus hijos y sobrinos ya han comenzado a perfeccionarse en esta profesión.
José Luis recuerda con cariño que sus padres y abuelos le contaron desde pequeño sobre el trabajo artesanal que sus bisabuelos iniciaron con la creación de figuras de animales de barro con silbatos, los cuales eran los juguetes de los niños hace cerca de cien años. Esta actividad evolucionó hasta lo que es hoy en día y continúa siendo el trabajo diario de su familia, y de aproximadamente 12 trabajadores.
“Estoy contento porque, gracias a este trabajo que me dejó mi papá y mis ancestros, hemos podido sacar adelante a la familia. Tratamos de hacer las cosas con gusto. En una imagen, lo primero que van a ver los clientes es el rostro, entonces intentamos que todos los rostros estén bonitos e inspiren devoción, porque es algo sagrado”, señala José Luis.
Con una cifra cercana a las 20 o 25 mil piezas producidas durante todo el año, el taller artesanal de la familia Ramírez es un eslabón importante para la venta de piezas a otros estados del país. Además, al saberse parte de aquellos artesanos que mantienen vivas estas tradiciones, José Luis asegura que este trabajo es posible, gracias a la intervención que Dios les permite generar a través de sus manos y experiencia.
“Nosotros vivimos gracias a la representación de Dios, incluso empezando con el niño Dios y cuando él nació. Gracias a la representación de Jesús nosotros comemos, gracias al entendimiento y la habilidad que nos da en las manos, nosotros intentamos elaborar todo lo que sea en representación de él”.
Dentro de la “Juguetería Luis” hay gran variedad de figuras creadas con barro, yeso, resina y fibra de vidrio, pues las piezas que elaboran van desde los 3 centímetros hasta los 5 metros de altura. Es importante mencionar que la producción de este taller artesanal no concluye en la época navideña, pues la creación de nacimientos es solo una parte de su labor.
Con la creación de imágenes religiosas, el santoral completo según las fechas de su celebración, estatuillas de la Virgen de Guadalupe y demás artículos religiosos, el taller fábrica durante todo el año piezas de devoción y contemplación.
Si bien este trabajo no permite a la familia Ramírez vivir una Navidad tradicional con sus seres queridos, José Luis asegura que el hecho de poder dar a sus clientes una imagen religiosa que les dará felicidad y unión en sus hogares les brinda dicha y orgullo suficiente para continuar con su labor artesanal por muchos años más.
AGA