Nauhcatzin Bravo, académico de la Universidad de Guadalajara (UdeG), denunció públicamente a la institución por encubrir un presunto caso de abuso sexual en contra de su hijo. La situación se ha vuelto aún más pues Bravo había sido anteriormente acusado por su ex pareja, Leticia Leal, rectora de CUTlajomulco, de cometer violencia física, psicológica y vicaria en su contra. Esta batalla ha despertado un fuerte debate en torno a la postura institucional de la UdeG y ha generado una serie de declaraciones y posicionamientos dentro de la comunidad universitaria.
La controversia comenzó cuando Leticia Leal, rectora de CUTlajomulco, denunció a Nauhcatzin Bravo por presunta violencia vicaria. A raíz de esto, la UdeG y la Federación de Estudiantes Universitarios (Feu) se pronunciaron en apoyo a Leal, expresando su solidaridad con ella. En un comunicado oficial, Ricardo Villanueva, rector general de la UdeG, reafirmó la política de cero tolerancia hacia cualquier tipo de violencia, especialmente la de género. Además, la presidenta de la Feu, Zoe García, manifestó su preocupación de que Bravo Aguilar continúe trabajando en la institución sin consecuencias, e instó a su destitución.
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Sin embargo, Nauhcatzin Bravo argumenta que detrás de esta acusación se oculta un intento por silenciar la denuncia de su hijo, quien habría sido víctima de abuso sexual. Según Bravo, este supuesto abuso habría sido perpetrado por su ex pareja, la propia Leticia Leal.
“El linchamiento social e institucional que se está realizando en mi contra tiene como propósito callar la voz de mi hijo. El discurso de la violencia vicaria se está utilizando precisamente para silenciar lo que en realidad subyace en esta circunstancia”, afirmó el académico del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (Cucea).
¿Cuál es el estado de la denuncia por abuso sexual?
Bravo subrayó que este caso se encuentra actualmente en proceso judicial, tanto en juzgados estatales como federales, así como en la fiscalía correspondiente. Pese a ello, el profesor acusa que el tema se ha llevado al ámbito público, lo cual ha derivado en un linchamiento social en su contra.
“Las instituciones de educación superior que están involucradas en esto se están adjudicando papeles de fiscal, de juez”, declaró Bravo, lamentando que su reputación haya sido puesta en juicio ante la opinión pública sin que se presenten pruebas contundentes.
En su defensa, Bravo señaló que la denuncia de abuso sexual hacia su hijo cuenta con respaldo en un dictamen pericial realizado al menor, el cual establece que el menor habría sido agredido por su madre. Según el académico, el peritaje detalla la mecánica y temporalidad de los hechos, y sostiene que estos han afectado profundamente la estabilidad psicoemocional de su hijo.
“En ese dictamen se establece perfectamente cuál fue la mecánica de los hechos, cómo sucedieron y la grave implicación que tiene en la integridad psicoemocional de mi hijo”, detalló Bravo.
Finalmente, el académico denunció haber recibido amenazas de la Feu para que deje de impartir clases en el Cucea. Esta situación añade un nuevo nivel de tensión al conflicto y ha hecho que algunos sectores de la comunidad universitaria cuestionen la imparcialidad de la UdeG en el manejo de estos graves señalamientos.
AM